El Congreso repite pleno en día de huelga tras los insultos y pancartas de 2002

  • Madrid.- La huelga general convocada por los sindicatos para el miércoles coincidirá con un pleno del Congreso de los Diputados, algo que ya ocurrió con la última huelga general celebrada en España, la del 20 de junio de 2002, cuando la Cámara vivió una áspera sesión no exenta de insultos y pancartas

El Congreso repite pleno en día de huelga tras los insultos y pancartas de 2002
El Congreso repite pleno en día de huelga tras los insultos y pancartas de 2002

Madrid.- La huelga general convocada por los sindicatos para el miércoles coincidirá con un pleno del Congreso de los Diputados, algo que ya ocurrió con la última huelga general celebrada en España, la del 20 de junio de 2002, cuando la Cámara vivió una áspera sesión no exenta de insultos y pancartas

Hace ocho años, la huelga se convocó contra el "decretazo" del Gobierno presidido por José María Aznar, y la sesión de aquella jornada fue especialmente tumultuosa porque el PSOE, desde la oposición, aprovechó para arremeter contra el PP y apoyar a los sindicatos y a los trabajadores que siguieron la protesta.

La agitación derivó en insultos, con bronca abierta entre socialistas y populares, y tuvo hasta pancartas de apoyo al paro general mostradas por los diputados del PSOE desde sus escaños.

Hace ocho años, los diputados que acudieron a las Cortes se desayunaron con unas declaraciones del ministro de la Presidencia, Pío Cabanillas, que negaba categóricamente que en España hubiera huelga, aseveración que indignó especialmente a los socialistas.

Cabanillas llegó al Palacio de las Cortes exhibiendo de forma ostensible una colección de los diarios que habían salido a la calle.

El orden del día de aquel pleno se abría con la comparecencia ante la Cámara del defensor del Pueblo, Enrique Múgica, para presentar su informe anual, un punto que daba la oportunidad a los portavoces parlamentarios para intervenir en la tribuna de oradores.

No estuvieron los parlamentarios de IU, que prefirieron expresar su respaldo a la huelga desde fuera de la Cámara; de hecho, su entonces coordinador general, Gaspar Llamazares, viajó a Sevilla.

Entre tanto, en Madrid, comenzó a las nueve de la mañana la sesión plenaria y Múgica subió al estrado para dar cuenta de su informe.

Tras su intervención ocupó la tribuna el diputado del Partido Andalucista José Núñez, quien hizo una pequeña mención a la anormalidad que suponía que hubiera huelga general.

Le tocó después al portavoz del grupo socialista, Jesús Caldera, quien desde el primer momento dejó claro el pulso de su discurso.

"Señor Múgica, la inmensa mayoría del pueblo español está hoy ejerciendo un legítimo y democrático derecho a la huelga general contra una medida que les recorta sus derechos sociales", manifestó Caldera, arrancando los primeros aplausos del PSOE.

A partir de ahí, el ambiente se fue caldeando, sobre todo porque el dirigente socialista enfocó sus críticas en el ministro Pío Cabanillas por haber dicho que en España no había huelga, animado por los gritos y constantes aplausos de la bancada socialista.

En su discurso, dedicado más a hablar de la huelga y sus motivos que del contenido del informe del Defensor del Pueblo, Caldera reprobó al entonces ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, por haber dicho que no desaparecían los salarios de tramitación.

Y añadió: "lo dijo ayer, emulando a su compañero Pío Cabanillas, el mentiroso oficial del Gobierno".

A partir de ese momento se intercambiaron los aplausos del PSOE y las airadas protestas del PP, obligando a la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, a intervenir para rogarle que retirara su expresión, que según ella era "mentiroso oficial del reino".

Se negó a ello Caldera, pero nadie podrá encontrar la frase en el Diario de Sesiones, porque la presidenta ordenó que se suprimiera.

El efecto de sus palabras perduró, y la bronca del PSOE con los del PP prosiguió durante toda su intervención, con interrupciones y airadas protestas.

Cuando acabó Caldera, muy aplaudido por los suyos, varios socialistas exhibieron unos carteles en los que se podía leer "Huelga General".

Nuevamente tuvo que intervenir la presidenta, para pedirles que los retiraran, y cuando el siguiente orador, el diputado del PP Celso Delgado pudo hablar y calificó de "patética" la intervención de Caldera, prosiguió la bronca cruzada, acrecentada cuando, dirigiéndose a los socialistas, se refirió al "fracaso estrepitoso de la huelga que ustedes auspiciaban".

Finalmente, Delgado pudo extenderse en los comentarios sobre el informe presentado por Múgica y la sesión continuó con el debate de dos puntos más, mucho más pacíficos en su desarrollo, aunque la algarada previa se llevó todo el protagonismo de la jornada parlamentaria.

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