El CPJ denuncia arresto de al menos once periodistas en protestas de Misuri

  • El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) se mostró hoy "alarmado" por las amenazas y el arresto de al menos once reporteros durante las protestas en la localidad de Ferguson (Misuri, EE.UU.) por la muerte de un joven negro.

Nueva York, 19 ago.- El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) se mostró hoy "alarmado" por las amenazas y el arresto de al menos once reporteros durante las protestas en la localidad de Ferguson (Misuri, EE.UU.) por la muerte de un joven negro.

"El acoso y las detenciones de periodistas tienen que parar. Desde los altos mandos tienen que ordenar a las fuerzas de seguridad que permitan trabajar a los periodistas", dijo el subdirector del CPJ, Robert Mahoney.

La organización de defensa de la libertad de prensa, con sede en Nueva York, recordó que los acontecimientos que están teniendo lugar en Ferguson "son noticia en todo el mundo" y los periodistas tienen derecho a cubrirlos "sin miedo a su seguridad o libertad".

Algunos periodistas denunciaron haber recibido amenazas de la Policía, haber sufrido el efecto de los gases lacrimógenos y el impacto de las bolas de goma utilizadas por los agentes para dispersar a los manifestantes.

La semana pasada el CPJ ya se pronunció por primera vez sobre el aumento de las tensiones raciales en esa localidad de Misuri y criticó las detenciones de reporteros y su puesta en libertad sin cargos horas más tarde.

Pese al despliegue de la Guardia Nacional y la divulgación de la identidad del agente involucrado en la muerte de Michael Brown, de 18 años, no se logró calmar la tensión en Ferguson, donde anoche hubo dos heridos y 31 detenidos en la décima jornada de disturbios.

El presidente estadounidense, Barack Obama, compareció este lunes en la Casa Blanca para intentar calmar los ánimos y anunciar un viaje del fiscal general, Eric Holder, a Ferguson para evaluar la investigación federal sobre la muerte del joven y reunirse con líderes de la comunidad.

Brown murió el pasado 9 de agosto tras recibir varios disparos de un policía y, mientras las autoridades sostienen que, aunque iba desarmado, agredió al agente, su familia y algunos testigos niegan esa versión y lo describen como un joven pacífico y tranquilo.

Su muerte sacudió una localidad de 21.000 habitantes que en cuatro décadas ha visto cómo la otrora minoría negra pasó a representar dos tercios de los residentes mientras los blancos siguen copando los puestos de decisión política.

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