Cuenca.- El hombre que presuntamente ha matado a su compañera en Villanueva de la Jara (Cuenca), y que ya ha sido detenido por la Guardia Civil, tenía hasta el próximo mes de agosto la prohibición de comunicación y aproximación a su víctima, que le denunció por última vez el mes pasado por quebrantamiento de condena.
Según ha confirmado hoy a Efe el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ-CLM), el Juzgado de primera instancia e instrucción número de 1 de Motilla del Palancar (Cuenca) se ha hecho cargo de las diligencias previas de este caso de violencia machista.
El detenido, R.F. de 44 años, mató presuntamente a su compañera, Z.E.G., de 32 años, en Villanueva de la Jara y después emprendió un viaje en automóvil con el hijo de la pareja (ambos marroquíes), pero sufrió un accidente de tráfico que motivó la investigación por la que se halló el cadáver.
El detenido había sido condenado por un delito de amenazas, con una sentencia firme dictada en mayo de 2009 por el mismo Juzgado de primera instancia número 1 de Motilla del Palancar que establecía la prohibición de comunicación y aproximación a la víctima durante un período de 16 meses.
Esta prohibición estaba en vigor hasta el mes de agosto pese a lo cual la víctima había presentado al menos tres denuncias contra el hombre por quebrantamiento de la condena, la última de ellas el pasado mes de junio.
De estas tres denuncias, una de ellas se archivó tras renunciar la víctima a declarar contra su presunto agresor y otras dos están en trámite en los juzgados.
Tras colisionar el vehículo en el que viajaban el supuesto agresor y su hijo, en la carretera Nnn-310 (Ciudad Real-Valencia), ambos resultaron junto a dos ocupantes de otro coche y todos ellos fueron trasladados al Hospital General de Albacete.
El detenido desapareció del centro hospitalario antes de que la Guardia Civil encontrara el cuerpo de la mujer, oculto tras una manta y con evidentes signos de violencia, con varias heridas de arma blanca.
El hijo de ambos ha pasado a estar bajo la tutela de la Junta de Castilla-La Mancha.
La mujer había residido durante varios años en Villanueva de la Jara junto a su compañero y supuesto agresor, aunque desde hacía algo más de un año vivía y trabajaba en el municipio cercano de Quintanar del Rey.
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