El ecologista Paul Watson teme por su vida si lo encarcelan en Costa Rica

  • Paul Watson, el dirigente de la organización ecologista Sea Shepherd, pendiente de una decisión sobre su extradición a Costa Rica, teme que si es encarcelado en ese país centroamericano su vida corra peligro.

París, 2 jun.- Paul Watson, el dirigente de la organización ecologista Sea Shepherd, pendiente de una decisión sobre su extradición a Costa Rica, teme que si es encarcelado en ese país centroamericano su vida corra peligro.

"Si me extraditan, Costa Rica podría tenerme en prisión preventiva uno o dos años y me podrían matar" puesto que los pescadores allí "han puesto a mi cabeza un precio de 25.000 dólares", señala Watson en una entrevista publicada hoy en el diario francés "Le Parisien".

El activista ecologista australiano de 62 años, que está bajo control judicial en Alemania desde el pasado 14 de mayo, en espera de una decisión que podría llegar el próximo lunes sobre su entrega a Costa Rica, pide que las autoridades costarricenses organicen un proceso, fijen una fecha y asegura que comparecerá.

"Entonces probaré, con un vídeo de prueba, que los pescadores" costarricenses que le acusan de haberlos puesto en peligro en una acción de Sea Shepherd en 2002 que "no tienen ninguna prueba", que "no hubo ningún herido ni ningún daño", subraya.

"A los que me acusan de ser un eco-terrorista, les respondo que no trabajo para un grupo petrolero y que no destruyo los océanos. Somos una organización intervencionista, pero en 35 años de actividad, Sea Shepherd no ha herido nunca a nadie", explica.

Watson argumenta que quienes les reprochan ser violentos en realidad es porque sus operaciones "les hacen perder mucho dinero" y para ilustrarlo se refiere al caso de Japón, país al que las acciones contra sus balleneros les han costado "millones de dólares".

En Costa Rica está acusado de violación del tráfico marítimo en aguas guatemaltecas en un incidente que se remonta a 2002, en el que pescadores costarricenses aseguran que trató de hundir su embarcación.

Sea Shepherd ha justificado esa intervención para combatir que se esquilmen los recursos pesqueros.

"El problema es que a fuerza de pescar cada vez más, los peces no tiene ningún lugar donde esconderse y cuando ya no quede más, toda la economía de la pesca se morirá", advierte.

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