El exdictador Ríos Montt, condenado por genocidio en Guatemala

    • El anciano Ríos Montt es uno de los pocos jefes de Estado condenado por abusos de autoridad en América Latina.
    • "El acusado tuvo conocimiento de todo lo que estaba ocurriendo y no lo detuvo"

La Justicia guatemalteca condena a Ríos Montt por genocidio contra los ixiles
La Justicia guatemalteca condena a Ríos Montt por genocidio contra los ixiles

Reuters. El exdictador de Guatemala Efraín Ríos Montt fue declarado el viernes culpable de genocidio y delitos de lesa humanidad por una corte del país centroamericano, en un histórico juicio sobre su papel en las masacres de indígenas ocurridas durante su breve pero violento mandato en la década de 1980.

El anciano Ríos Montt, uno de los pocos jefes de Estado condenado por abusos de autoridad en América Latina, fue sentenciado a 50 años de prisión por genocidio y a 30 por delitos de lesa humanidad, dijo la juez Yasmín Barrios, quien leyó el veredicto.

"El acusado tuvo conocimiento de todo lo que estaba ocurriendo y no lo detuvo", dijo la magistrada al leer el fallo, echando por tierra los argumentos de Ríos Montt de que en el Ejército había autonomía de mando y él no era responsable de lo que hacían sus subordinados.

El miércoles, Ríos Montt había insistido en que no fue responsable por los hechos. "Me declaro inocente (...) nunca he tenido la intención de destruir a ningún grupo étnico", afirmó. Los abogados del ex dictador han dicho que apelarán la decisión.

Cerca de 200.000 personas, en su mayoría indígenas, fueron asesinadas durante la guerra civil que se extendió entre 1960 y 1996, pero, en particular, el juicio contra Ríos Montt se centró en la masacre de al menos 1.771 aborígenes de la etnia ixil maya durante su breve Gobierno, entre 1982 y 1983.

"¡Justicia, justicia!", gritaron decenas de indígenas ixiles vestidos con sus coloridos trajes típicos que estaban presentes en la corte durante la lectura del fallo, muchos de ellos con audífonos, dado que no hablan español y necesitaban traducción a su lengua nativa.

Algunos lloraban, mientras la juez, sonriente, saludó a los presentes que llenaban la sala.

Barrios ordenó que Ríos Montt, de 86 años, sea conducido a una prisión, aunque en una semana su defensa tendrá derecho a pedir el arresto domiciliario debido a su avanzada edad.

Amnistía Internacional calificó al proceso como el "juicio de la década" en su página de internet y la organización Human Rights Watch celebró el veredicto diciendo que "envía un poderoso mensaje a Guatemala y al mundo de que nadie, ni siquiera un ex jefe de Estado, está por encima de la ley cuando se trata de cometer genocidio".

ESTRATEGIA DE GUERRA FRÍA

Durante el juicio, que comenzó el 19 de marzo, cerca de 100 personas dieron testimonio sobre toda clase de atropellos, como quemas de aldeas, torturas, violaciones y asesinatos de hombres, mujeres y niños, en una estrategia conocida como de "tierra arrasada".

Esa fue una de las estrategias utilizadas para combatir a rebeldes de izquierda durante las guerras civiles que tuvieron lugar en Centroamérica en la época de la Guerra Fría.

"Hoy estamos felices porque durante muchos años se dijo que el genocidio era mentira, pero hoy el tribunal dijo que es la verdad", dijo la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, presente en la audiencia.

El juicio a Ríos Montt, quien fue varias veces candidato presidencial, salpicó al actual mandatario, Otto Pérez Molina, otro general retirado que durante el Gobierno del exdictador comandó tropas en la región de Nebaj.

Hugo Reyes, un testigo que fue ingeniero militar durante el mandato de Ríos Montt, dijo durante el juicio que las tropas al mando del actual presidente, conocido como el "mayor Tito Arias", incendiaron casas y mataron a civiles durante la guerra en la que los insurgentes de izquierda chocaron con varios gobiernos de derecha.

Reyes dijo haber presenciado la ejecución de campesinos en Nebaj por parte de las tropas al mando de Pérez Molina, quien negó rotundamente las acusaciones.

José Rodríguez Sánchez, quien fue director de inteligencia durante el Gobierno de Ríos Montt, fue absuelto de los cargos, los mismos por los que fue condenado el ex dictador.

Pocos jefes de Estado acusados de delitos de lesa humanidad han sido condenados en América Latina. En Argentina, el exdictador Jorge Videla fue condenado en 2012 a 50 años de prisión por el robo sistemático de bebés de prisioneros políticos durante la dictadura (1976-1983).

En Uruguay, los ex dictadores Juan María Bordaberry y Gregorio Álvarez fueron condenados en la década de 2000. El primero falleció en 2011.

/Por Mike McDonald/

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