El fiscal solicita 26 años cárcel para el presunto asesino de la bebé Miriam

  • El Ministerio Público solicitará penas que suman 26 años de prisión para Jonathan Moya, el presunto asesino de Miriam, la bebé onubense de 16 meses de Palma del Condado, hallada muerta en Fiñana (Almería) en 2012.

Almería, 15 ene.- El Ministerio Público solicitará penas que suman 26 años de prisión para Jonathan Moya, el presunto asesino de Miriam, la bebé onubense de 16 meses de Palma del Condado, hallada muerta en Fiñana (Almería) en 2012.

En la calificación del fiscal, consultada por Efe, se imputa a Jonathan Moya la presunta comisión de un delito de asesinato por alevosía, por el que interesa una pena de 20 años de prisión y orden de alejamiento de 500 metros durante 30 años de Gema María Cuerda, la madre de la bebé.

Asimismo se interesan otros seis años de prisión y una segunda orden de alejamiento de 500 metros durante 15 años de Cuerda por un delito de detención ilegal.

El Fiscal solicita expresamente que por el Tribunal se ordene que, "sea cual sea la evolución del condenado, no podrá concedérsele el tercer grado de clasificación penitenciaria hasta el cumplimiento de, al menos, la mitad de la condena".

Pide a su vez que se imponga al acusado una indemnización de 300.000 euros para Gema María Cuerda, como responsable civil directo en concepto de reparación por el daño moral causado con los intereses legales que le correspondan.

Entre las últimas horas del 24 de diciembre y las primeras del 25 de 2012, Moya le tapó la boca a la niña, quien gritaba y lloraba reclamando a su madre, la golpeó con gran fuerza y en reiteradas ocasiones en la cabeza con un objeto contundente y plano, dejándola gravemente herida e inconsciente.

Estando aún con vida la menor, la envolvió en plástico transparente, tapándole la boca y la nariz, rodeando completamente la cabeza y el cuerpo de la niña de forma que impedía entrar el aire, provocando así su fallecimiento por asfixia.

El fiscal insiste en que la "cantidad e intensidad" de los golpes propinados a la pequeña, la superficie contundente contra la que los mismos se produjeron, así como las zonas vitales afectadas, eran "especialmente idóneas para causar el resultado mortal que efectivamente se produjo".

Indica que el acusado "no podía en modo alguno desconocer que con tal acción podía llegar a un resultado tan grave como el finalmente causado" y aún así, "aseguró el fallecimiento de la niña impidiéndole la respiración" al envolverla con plástico.

Todo esto pasó después de que el acusado iniciase una relación en octubre de 2012 con Gema María Cuerda, tras contactar con ella por la aplicación de mensajería WhatsApp gracias a un anuncio que ésta había publicado en una página web.

El fiscal interesa el mantenimiento de la medida cautelar de prisión preventiva en su momento acordada contra el acusado hasta que recaiga sentencia condenatoria firme.

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