El gobierno checo afronta una moción de confianza con un apoyo insuficiente

Praga, 7 ago.- El apoyo de la izquierda parlamentaria al nuevo gobierno tecnócrata de la República Checa, encabezado por el exsocialdemócrata Jiri Rusnok, no será suficiente para validar su mandato hoy en la moción de confianza en la Cámara baja.

A regañadientes, los dos órganos rectores del Partido Socialdemócrata (CSSD), presidencia y ejecutiva, acordaron la víspera ofrecer su apoyo a Rusnok.

También los comunistas, encabezados por Vojtech Filip, y el mediático Veci Verejne (Cosa Pública), con Vit Barta al frente, apoyarán al gabinete nombrado por el presidente, Milos Zeman, el pasado 10 de julio.

Pero ni uno solo de los 101 diputados de la antigua coalición gubernamental de centroderecha, en el poder hasta la dimisión de su primer ministro conservador Petr Necas en junio pasado, respaldará al nuevo gabinete.

Por eso, todo apunta a que la sesión parlamentaria, que comienza a las 17.00 hora local (15.00 GMT), abortará este proyecto "de expertos", y obligará al jefe de Estado a nombrar un nuevo primer ministro.

El líder socialdemócrata, Bohuslav Sobotka, el principal detractor de Rusnok en las filas de sus correligionarios, aseguró que la postura de su partido "es equilibrada, ya que en ella está el apoyo al gobierno de Rusnok y los cambios constitucionales, para asegurar el sistema de democracia parlamentaria".

Hacía referencia a varias enmiendas a la Carta Magna previstas para fortalecer el papel del Parlamento, ante los temores a un supuesto giro presidencialista en el sistema político checo.

Estas enmiendas se barajan desde que el presidente Zeman nombrara al actual gobierno, sin que tuviera garantizada una mayoría en el Parlamento, lo que ha minado las relaciones entre el Castillo de Praga, sede de la Presidencia, y la mayoría de los legisladores.