El Kunsthal espera que termine investigación antes de confirmar obras robadas

  • El Museo Kunsthal esperará a que termine la investigación sobre los restos quemados de varios cuadros robados en octubre de 2012 de Picasso, Monet o Gauguin, entre otros, antes de confirmar que se trata de esas obras, dijo hoy a Efe un portavoz del centro holandés.

Bruselas, 19 jul.- El Museo Kunsthal esperará a que termine la investigación sobre los restos quemados de varios cuadros robados en octubre de 2012 de Picasso, Monet o Gauguin, entre otros, antes de confirmar que se trata de esas obras, dijo hoy a Efe un portavoz del centro holandés.

"Todavía no podemos confirmar que alguna de las obras robadas hace un año se haya destruido. La investigación sigue su curso", dijeron las fuentes, que declinaron pronunciarse sobre las pesquisas para no entorpecerlas.

El Kunsthal, que está situado en Rotterdam (Holanda), aseguró que "emitirá un comunicado" una vez acabase la investigación.

Siete obras, de un valor entre 50 y 100 millones de euros (de 65,5 a 131 millones de dólares), de pintores como Matisse, Gaugin, Monet y el lienzo titulado "Cabeza de Arlequín" de Pablo Ruiz Picasso fueron sustraídas durante la madrugada del 16 de octubre de 2012 del museo Kunsthal.

Además del Picasso, los presuntos ladrones se apropiaron de dos lienzos de Monet, uno de Matisse, uno de Gauguin, uno de Meyer de Haan y otro de Lucian Freud.

En enero de este año, la Policía rumana detuvo a tres personas de esa nacionalidad sospechosas de haber participado en el robo.

La policía de Rumanía teme que al menos uno de los cuadros robados haya sido quemado, a juzgar por los indicios que encontraron en la casa de la madre de unos de los detenidos.

En Bucarest, la fiscalía rumana informó esta semana de que los cuadros robados del museo Kunsthal fueron probablemente quemados por la madre de uno de los presuntos ladrones.

La mujer, de nombre Olga Dogaru, habría explicado a los investigadores que enterró los lienzos en el jardín de una casa abandonada, luego los trasladó a un cementerio y, posteriormente, los quemó en la chimenea de su domicilio, después de que su hijo fuera detenido y porque tuvo miedo ante la gravedad del robo.

Las obras robadas pertenecen a la Fundación Triton, propiedad del matrimonio holandés Willem y Marijke Cordia, y por primera vez se mostraban al público en una exposición de 150 piezas exhibidas con motivo del 20 aniversario del museo.

El director del Kunsthal, Wim van Krimpen, indicó en su momento que la colección estaba "muy bien documentada" por lo que estimó que sería muy poco probable que las obras pudieran ser vendidas.

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