El oro se resiste a las políticas españolas

  • Soledad Becerril fue la primera ministra de la democracia y Blanca Fernández Ochoa, la primera española que consiguió medalla olímpica. Once años separan su subida al podio, pero la progresión de la mujer en el deporte ha sido más fructífera que en la política, donde todavía queda vacante el oro: la presidencia del Gobierno.

Sagrario Ortega

Madrid, 12 ago.- Soledad Becerril fue la primera ministra de la democracia y Blanca Fernández Ochoa, la primera española que consiguió medalla olímpica. Once años separan su subida al podio, pero la progresión de la mujer en el deporte ha sido más fructífera que en la política, donde todavía queda vacante el oro: la presidencia del Gobierno.

De 17 medallas que España ha conseguido en los Juegos de Londres, 11 han premiado a mujeres o equipos femeninos, que abrieron su particular palmarés en 1992, en unos juegos de invierno, los de Albertville, con el bronce de la esquiadora Blanca Fernández Ochoa.

Y ese mismo año, en los juegos de verano y en casa (Barcelona), llegaron los primeros cuatro oros para las deportistas españolas: en vela, judo (dos) y hockey sobre hierba, a las que se sumaron las platas en vela, tenis-dobles y gimnasia rítmica, y el bronce de tenis individual.

Unas medallas tardías respecto a la presencia de las féminas en el centro del poder político, porque se lograron once años después de que se sentara en el Consejo de Ministros la primera mujer desde la instauración de la democracia: la entonces ministra de Cultura y hoy Defensora del Pueblo, Soledad Becerril.

El aumento de la presencia de mujeres en el medallero olímpico ha ido paralelo al de la participación de las féminas en la política, tanto en las Cortes Generales, como en los parlamentos autonómicos o en los gobiernos de las diferentes administraciones.

Su entrada en los máximos órganos de decisión ha sido escalonada y, así, solo cinco mujeres fueron nombradas ministras en los más de trece años (de 1982 a 1996) de gobierno del socialista Felipe González.

Con los gobiernos de José María Aznar (de 1996 a 2004), la presencia de mujeres en el Consejo de Ministros se incrementó ligeramente y hasta once llegaron a ocupar un asiento en los sucesivos gabinetes del expresidente del PP, aunque en ninguno de ellos hubo más de cinco féminas.

Proporciones parecidas a las olímpicas españolas. Así, en los Juegos Olímpicos de 1996 (Atlanta) seis mujeres o equipos femeninos se alzaron con medalla. Dos de ellas, además, de oro.

En la siguiente cita, la de Sydney 2000, hubo un pequeño retroceso y las mujeres consiguieron cuatro (una de oro), mientras que en 2004 en Atenas lograron cinco, ninguna del preciado metal.

Tras la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004, por primera vez en la historia se forma en España un gobierno paritario, con ocho mujeres y otros tantos hombres. Ya en su segunda legislatura, la que comenzó en 2008, Zapatero incluso fue más allá y formó un gabinete con más féminas (nueve) que varones (ocho).

Ese mismo año tuvieron lugar los Juegos de Pekín y, en esta ocasión, la política ganó al deporte femenino, que solo pudo sumar a su palmarés cuatro trofeos, ninguno de oro.

A punto de concluir los Juegos de Londres, con Mariano Rajoy de presidente y un gabinete formado por trece ministros, cuatro de ellos mujeres, la victoria es para las deportistas -once medallas-.

Pero pese a ese goteo incesante, el escalón más alto del podio de la política española, la Presidencia del Gobierno, todavía no ha sido ocupado por mujeres, que, sin embargo, han colgado tres platas en su medallero político: las vicepresidencias del Gobierno de María Teresa Fernández de la Vega y Elena Salgado (PSOE) y de Soraya Sáenz de Santamaría (PP).

Los dos grandes partidos que han gobernado el país han encabezado sus listas electorales con un hombre. De todos modos, alguna mujer lo ha intentado.

La exministra de Defensa, Carme Chacón, compitió este mismo año con Alfredo Pérez Rubalcaba para liderar el PSOE. De haber ganado, sus probabilidades de encabezar la lista de su partido a las próximas elecciones generales hubieran aumentado.

También la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, hizo un movimiento ambiguo para disputarle a Rajoy la presidencia del PP en 2008, pero quedó en un simple amago.

Precisamente, Aguirre y Luisa Fernanda Rudi, también del PP, han sido las únicas mujeres que han subido a lo más alto del podio de las Cortes al haber presidido, respectivamente, el Senado y el Congreso.

Ambas son medalla de oro de la olimpiada autonómica, ya que dirigen sendas comunidades -Madrid y Aragón-, un ámbito en el que las mujeres han tenido un poco más de suerte con el citado metal.

María Dolores de Cospedal, en Castilla-La Mancha, y Yolanda Barcina, en Navarra, también son oro, como en su día lo fue María Antonia Martínez en Murcia.

Río de Janeiro, ciudad más representativa de un país que precisamente está gobernado por un mujer, acogerá en 2016 los próximos Juegos. ¿Quién ocupará entonces el sillón de la Moncloa?

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