Teherán, 3 feb.- El ministro de Trabajo y Bienestar Social de Irán, Abdul Reza Sheijoleslami, recibió hoy la censura del Parlamento de Teherán en relación con el nombramiento el año pasado como director de la Seguridad Social de Said Mortazavi, acusado de torturas a opositores con consecuencia de muerte cuando era fiscal.
Pese a la presencia del presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, el primer vicepresidente, Mohamad Reza Rahimi, y otros altos cargos del Gobierno en la Cámara para defender a Sheijoleslami, el Parlamento, enfrentado al Ejecutivo, aprobó la censura, informó la agencia oficial iraní, IRNA.
El 30 de enero pasado, el presidente del Parlamento, Ali Lariyani, ya reiteró que el nombramiento de Mortazavi para la Seguridad Social por parte de Sheijoleslami era nulo y sin efecto.
La censura tiene lugar en el marco de la lucha de poder entre el Parlamento, controlado por el sector principalista, el más ultraintegrista del régimen islámico, y el entorno del presidente, tachado de desviacionista por buena parte de los diputados.
La lucha por el poder se ha enconado al acercarse las elecciones presidenciales convocadas para el 14 de junio próximo, en las que tanto el entorno de Ahmadineyad, que no puede presentarse al haber consumido los dos mandatos consecutivos que permite la Constitución, como los principalistas, quieren situar candidatos de su tendencia.
La petición de censura de Sheijoleslami en el Parlamento se produjo el año pasado, tras la designación como director de la Seguridad Social de Mortazavi, ex fiscal general de la capital iraní, después de haber sido destituido de ese cargo tras una acusación de torturas con consecuencia de muerte a opositores.
Posteriormente, el 30 de julio pasado, el Tribunal Administrativo de Teherán, a petición de un amplio grupo de diputados, revocó el nombramiento de Mortazavi "de forma definitiva", al considerar que su designación violaba la normativa de la Seguridad Social del país, lo que supuso ya un fuerte revés para el Gobierno.
Previamente, en abril pasado, el propio Mortazavi había manifestado su intención de renunciar a la Dirección de la Seguridad Social, después de que un numerosos grupo de diputados amenazara con destituir a Sheijoleslami si mantenía su nombramiento.
Como fiscal general de Teherán, en enero de 2010, un comité especial del Parlamento emitió un informe en el que acusaba a Mortazavi de ser el principal responsable de las muertes y torturas de opositores en la prisión de Kahrizak durante la represión de las protestas posteriores a las elecciones presidenciales de 2009.
Kahrizak, construido al parecer para albergar presos peligrosos, fue cerrado por orden directa del líder supremo iraní, ayatolá Ali Jamenei, después de que saliera a la luz el caso de los malos tratos, en el que murieron al menos tres presos.
La investigación aseguraba que Mortazavi ordenó el encarcelamiento de 147 opositores detenidos en una habitación de 70 metros cuadrados junto a presos peligros y en malas condiciones de salubridad, pese a que se le avisó de que había sitio disponible en otros penales.
Decenas de personas resultaron muertas y miles fueron detenidas en las protestas surgidas tras las denuncias de fraude en los comicios presidenciales iraníes de 2009, que según los datos oficiales ganó Ahmadineyad, el actual presidente.
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