El PP se pacifica en la Comunidad Valenciana y Fabra saldrá reforzado

  • El PP se ha pacificado en la Comunidad Valenciana después de un periodo de tensiones soterradas y, aunque no se descarta por completo que surjan diferencias en los próximos congresos provinciales, el actual presidente, Alberto Fabra, tiene el camino libre para afianzar su liderazgo.

Madrid, 7 abr.- El PP se ha pacificado en la Comunidad Valenciana después de un periodo de tensiones soterradas y, aunque no se descarta por completo que surjan diferencias en los próximos congresos provinciales, el actual presidente, Alberto Fabra, tiene el camino libre para afianzar su liderazgo.

Distintas fuentes del organigrama de la dirección del PP, en conversaciones con Efe, dan por seguro que las aguas en dicha comunidad han vuelto a la calma y, por tanto, se espera que el congreso regional de mediados de mayo en Alicante resulte tal y como se ha calculado: Fabra seguirá siendo presidente con un altísimo porcentaje de apoyo.

Pero esta previsión no siempre ha sido así. Desde que el expresidente de la Generalitat Francisco Camps salió declarado "no culpable" en el llamado caso de los trajes, enmarcado en la trama Gürtel, no han cesado movimientos subterráneos de algunos sectores del partido dirigidos, reconocen las fuentes, a restaurar el liderazgo del propio Camps.

Hubo una cena en Alicante poco después de su absolución que fuentes en Génova recibieron con preocupación, y luego fueron las declaraciones del mismo expresident con las que parecía no cerrar la puerta de su regreso a la política.

Según la versión de un cargo importante en el PP nacional, por entonces, cada vez que se oía algo de Camps saltaban las alarmas, y así, Génova entendió que sólo el presidente del Gobierno y líder de la formación, Mariano Rajoy, podía poner orden.

Ninguna fuente confirma si el jefe del Ejecutivo y Camps hablaron por entonces, pero sí corroboran que el valenciano, fuera como fuese, recibió claramente una consigna: lo mejor era apartarse de los focos, descansar, no hacer ruido y esperar su momento de "restitución". Tampoco confirman los cargos consultados si Génova le ofreció algo a cambio.

Un mandatario regional, siempre bajo garantía de anonimato, explica a Efe que Camps, en aquella época, necesitaba una demostración de afecto de Génova, en concreto de Rajoy, y cree que esa llamada de apoyo y ánimo del líder no se produjo porque, afirma, el expresident "parecía decepcionado y alicaído".

Pero los contactos directos han existido: al menos, un dirigente del PP nacional se llegó a reunir con él y hablaron de su pasado, de su presente y de su futuro. Sobre ese porvenir, quedaron en que lo mejor era recuperarse, desde la discreción, del "alto desgaste" sufrido durante el juicio.

Dichas fuentes consideran que Fabra y Camps sí que mantuvieron varias conversaciones, e incluso algunos estiman que hablan a menudo, pero en cualquier caso, coinciden varios consultados, la distancia entre ambos, en vez de estrecharse, supuestamente se ha ensanchado.

Y como Camps, apuntan las fuentes, seguía "triste", continuaron los movimientos internos, siempre sigilosos, de los que se consideran en su núcleo duro. El fin consistía en tantear qué grado de respaldo mantenía el expresident, en palabras de las fuentes.

En todo este entramado es clave la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a quien las fuentes de Génova consultadas sólo dedican "elogios", sin precisar por qué. No obstante, algunos miembros del PP valenciano han visto en ella "cierta ambigüedad".

El momento culminante llegó con la entrevista de Camps en la revista "Telva". Dijo en ella que estaba preparado para ser de nuevo presidente valenciano, e "incluso del Gobierno".

La reacción de la mayoría de los estamentos del PP fue de "cabreo", afirma un dirigente, y de hecho todas las fuentes reconocen que se extendió el temor de que se estuviera cocinando una especie de rebelión interna contra Fabra en el próximo congreso regional.

Génova, sin que las fuentes concreten qué dirigentes, iniciaron entonces una serie de maniobras para evitar cualquier conato de conflicto. Esas mismas fuentes indican que la estrategia ha dado éxito.

El de Alicante los días 19 y 20 de mayo será, por tanto, un congreso "más o menos tranquilo" y circulará por el camino previsto. "El PP, con la que está cayendo, no esta para disputas internas ni para luchas de egos. Estamos para que haya unidad y seamos una piña, así que espero que en la Comunidad Valenciana reine la sensatez", sentencia un dirigente.

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