El presidente de la Conferencia de Múnich critica el debate sobre Afganistán

Berlín, 3 feb.- El presidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Wolfgang Ischinger, ha calificado de "militarmente erróneo" el debate público sobre un eventual adelanto de la retirada de las tropas internacionales de Afganistán.

"No se debe en lo posible comunicar al enemigo, en este caso los talibanes, cuando van a tener de nuevo el campo despejado", dijo hoy Ischinger en declaraciones a la cadena publica de televisión ARD, pocas horas antes de la apertura de la conferencia muniquesa que reúne a líderes políticos de todo el mundo.

El diplomático alemán lamentó que tanto Estados Unidos como Francia hayan dado pie a especulaciones sobre un posible adelanto de la retirada de tropas de Afganistán "por puros motivos electoralistas".

Ischinger considera que la Alianza Atlántica debería tener un plan claro y concreto para el abandono del país centroasíatico, aunque "reservándoselo y sin comunicárselo a los talibanes", algo que figura "en cualquier manual de estrategia militar".

Asimismo comentó que el plan anunciado por la OTAN para el despliegue del escudo de misiles para proteger Europa será también un tema relevante de la conferencia de Múnich, al igual que la desconfianza de Rusia hacia esa iniciativa.

Ischinger subrayó que la cuestión no es solo protegerse ante eventuales amenazas futuras por parte de Irán, sino convertir la iniciativa del escudo de misiles en "un nuevo proyecto conjunto entre el este y el oeste, también para fomentar la confianza".

En ese sentido recordó que las conversaciones entre Occidente y Rusia sobre una posible cooperación en el desarrollo del escudo antimisiles se encuentran estancadas y comentó que en Múnich "escucharemos con seguridad críticas de Moscú" por parte de su titular de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, invitado al evento.

Al encuentro en Múnich, que se desarrolla hasta el domingo, acuden, entre otros, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el primer ministro italiano, Mario Monti, y los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Alain Juppé; Alemania, Guido Westerwelle, y España, José Manuel García-Margallo.