El presidente de Somalia nombra primer ministro a Abdi Farah Shirdon

  • El presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, nombró hoy como nuevo primer ministro del país africano a Abdi Farah Shirdon, alias Saaid.

Mogadiscio, 6 oct.- El presidente de Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, nombró hoy como nuevo primer ministro del país africano a Abdi Farah Shirdon, alias Saaid.

"Después de muchas consultas, he tomado la decisión de nombrar a Abdi Farah Shirdon como nuevo primer ministro de Somalia. Solicito a los miembros del Parlamento que aprueben su nombramiento", dijo hoy el presidente somalí durante un acto en Villa Somalia, como se conoce al palacio presidencial de Mogadiscio.

"Estoy seguro de que (Shirdon) anunciará ministros perfectamente capacitados muy pronto", agregó Mohamud.

Shirdon se mostró honrado por el nombramiento y dispuesto "a sacrificar la vida por el pueblo somalí".

"Pido a la población somalí y a los miembros del Parlamento que trabajen conmigo", añadió el nuevo "premier" de Somalia.

Nacido en 1958 en el centro-sur de Somalia, Shirdon, empresario, ejerció de economista en los ministerios de Finanzas y Agricultura hasta mediados de los años ochenta.

El ex primer ministro somalí Abdiweli Mohamed Ali elogió a su sucesor, de quien dijo que es "un hombre instruido" que continuará el trabajo iniciado por el gabinete anterior.

Por su parte, el representante especial de la ONU para Somalia, Augustine Mahiga, consideró que el nombramiento de Saaid es "otro paso importante en el proceso de consecución de la paz en el país".

El representante de la ONU deseó suerte al flamante primer ministro y le animó a "comenzar de inmediato la tarea fundamental de formar un gobierno transparente, eficiente y responsable".

Asimismo, el embajador británico para Somalia, Matt Baugh, y el enviado especial de la Unión Europea para este país, Michele Cervone d'Urso, felicitaron a Shirdon por el nombramiento y mostraron su disposición a trabajar de manera conjunta.

A pesar de los avances en el terreno político, con la elección, el pasado 10 de septiembre, de un nuevo presidente y con el nombramiento del primer ministro de hoy, Somalia se encuentra aún inmersa en un conflicto armado.

En él, las tropas multinacionales de AMISOM, el Ejército somalí, las Fuerzas Armadas etíopes y milicias pro-gubernamentales aliadas combaten a la organización islamista Al Shabab, que el pasado febrero anunció su unión formal a la red terrorista Al Qaeda y que trata de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país africano.

Aunque las tropas aliadas arrebataron la semana pasada a Al Shabab su mayor bastión, la ciudad costera sureña de Kismayo, los fundamentalistas todavía controlan buena parte del centro y el sur del país, donde el frágil Ejecutivo somalí no está aún en condiciones de imponer su autoridad.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que responden a los intereses de determinados clanes y bandas de delincuentes armados.

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