Islamabad, 15 ene.- El primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, que guarda unas turbulentas relaciones con el Ejército desde hace semanas, advirtió hoy de que solo responde ante el Parlamento.
En unas declaraciones a los canales de televisión en la localidad oriental de Vehari, Guilani expresó su deseo de que la cámara pueda completar la actual legislatura, que concluye a principios de 2013.
El Gobierno y el Ejército se hallan enfrentados por el escándalo del "memogate", que está en manos del Tribunal Supremo, y ello ha hecho levantar dudas sobre la supervivencia del actual Ejecutivo.
La polémica se originó por un supuesto documento secreto enviado por el Gobierno paquistaní a EEUU para que interviniera en caso de un posible golpe de Estado tras la operación norteamericana que mató a Osama Bin Laden en mayo al norte de Islamabad.
El jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, envió un escrito al Supremo en el que dio veracidad a este texto, algo que el Ejecutivo niega.
Guilani, en una entrevista con medios chinos, mantuvo la semana pasada que la acción del general fue "ilegal", pues su escrito no fue supervisado por el Gobierno.
Estas declaraciones causaron malestar en el Ejército pero el primer ministro las mantuvo hoy, con un lenguaje más suave, al subrayar que él nunca culpó a las Fuerzas Armadas sino que tan solo indicó "que las reglas no fueron tomadas en consideración".
El gobernante Partido Popular (PPP) de Guilani está recurriendo a mensajes públicos de apoyo a la democracia como tabla de salvación ante los rumores de que el Ejército podría planear un golpe.
Mañana el Parlamento vota una resolución de apoyo a las instituciones democráticas que los analistas ven como un intento del PPP de ganar capital político frente al Ejército.
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