El PSOE no logra que la izquierda y los nacionalistas apoyen su reforma penal

  • Madrid.- El Congreso debatirá la próxima semana la reforma del Código de Penal, en la que el PP quiere introducir la "prisión permanente revisable", tras un mes de negociaciones entre las fuerzas políticas que no ha evitado que los grupos de izquierda y el PNV hayan presentado hoy enmiendas de totalidad.

El PSOE no logra que la izquierda y los nacionalistas apoyen su reforma penal
El PSOE no logra que la izquierda y los nacionalistas apoyen su reforma penal

Madrid.- El Congreso debatirá la próxima semana la reforma del Código de Penal, en la que el PP quiere introducir la "prisión permanente revisable", tras un mes de negociaciones entre las fuerzas políticas que no ha evitado que los grupos de izquierda y el PNV hayan presentado hoy enmiendas de totalidad.

El pleno de la Cámara Baja debatirá el 11 de marzo las enmiendas de devolución del PNV, ERC-IU-ICV y el BNG al proyecto de Ley Orgánica de modificación del Código Penal aprobado por el Ejecutivo, que endurece las penas para la corrupción, eleva las condenas para delitos sexuales e incluye la "imprescriptibilidad" de los delitos de terrorismo si hay víctimas mortales.

El plazo para la presentación de enmiendas a la totalidad concluye el próximo martes, con lo que aún hay tiempo para la negociación y, de hecho, el portavoz de ERC, Joan Ridao, ha asegurado hoy en el Congreso que su enmienda es "preventiva", ya que se mantiene abierto el diálogo con el Ministerio de Justicia.

De momento, el grupo de ERC-IU-ICV pide la retirada del proyecto, en el que Ridao aprecia cierta "involución y regresión al pasado", lo que atribuye a la presión del Partido Popular y a una sensación de inseguridad que no se corresponde con la realidad.

El PNV ve en el proyecto un "abuso inaceptable" porque, según señala en su enmienda el diputado Emilio Olabarria, "el sistema penal español ya es el más regresivo de toda Europa" y, "aunque no exista la condena a prisión perpetua, sí existen de hecho condenas equiparables".

En esto coincide con Esquerra Republicana, que en su enmienda a la totalidad defiende que "con normas penales más duras no se resuelven los problemas" y se da una falsa imagen de seguridad; y con el BNG, que considera que la reforma "está hecha para responder a la presión mediática y endurece las penas injustificadamente".

En concreto, entre otras medidas, estos grupos rechazan la libertad vigilada para violadores, pederastas y terroristas reincidentes o la imprescriptibilidad de los delitos de terrorismo.

El diputado del PNV Emilio Olabarria califica también como un "abuso desproporcionado" que con el nuevo Código Penal "se pueda condenar a una pena de entre 6 meses y 2 años de cárcel más una multa de seis meses, a una persona detenida vendiendo CD copiados en la calle".

Al margen del veto a la totalidad del proyecto, ERC ha anunciado que también presentará un amplio paquete de más de un centenar de enmiendas parciales al texto del Ejecutivo, entre las que podrá volver a plantear una regulación de la eutanasia, rechazada ya por el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, o la despenalización de las injurias contra el Rey.

Ni el PP ni CiU van a pedir la retirada de la reforma, pero intentarán incluir sus propuestas para mejorar el texto en el trámite de enmiendas parciales.

Los 'populares' ya han anunciado que defenderán la inclusión de la cadena perpetua revisable para delitos muy graves, especialmente cuando exista reincidencia, una propuesta que hasta ahora ha rechazado el Gobierno.

Por su parte, los nacionalistas catalanes, según han explicado fuentes parlamentarias, siguen negociando con el Ejecutivo la posibilidad de endurecer el castigo penal para determinadas faltas, como los hurtos, cuando son reiteradas.

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