Londres, 29 nov.- El Reino Unido suspenderá la entrega de sus prisioneros en Afganistán a los servicios de inteligencia afganos por el riesgo de malos tratos, anunció hoy el ministro de Defensa británico, Philip Hammond.
Informaciones secretas han llevado a Hammond a imponer una "moratoria completa" en la trasferencia de estos detenidos al servicio de inteligencia afgano (NDS, en sus siglas en inglés), según se dijo hoy en una vista judicial en Londres.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos habían argumentado el "riesgo real" de sufrir abusos y torturas bajo custodia afgana a raíz del caso de Serdar Mohammed, de 24 años y originario de Helmand, arrestado por las tropas británicas en abril de 2010.
Mohammed asegura que, bajo la custodia del NDS, a la que le trasfirieron los soldados británicos, fue torturado hasta que confesó que era un talibán y sometido a un juicio sin garantías.
Su representante legal trasladó al tribunal las palabras que Hammond le remitió en una carta, en la que le comunicó la moratoria como consecuencia de los datos revelados por este caso.
"A la luz de las nuevas informaciones recientemente reveladas, hay en la actualidad considerables indicios para creer que los detenidos por el Reino Unido que son transferidos a la ciudad de Lashkar Gah (capital de Helmand) estarían en riesgo de serio maltrato", argumenta el titular británico de Defensa en ese escrito.
Amnistía Internacional (AI) celebró en un comunicado esta decisión y recordó que numerosas organizaciones de derechos humanos y Naciones Unidas han "expresado su preocupación" sobre el tratamiento a los detenidos bajo custodia afgana.
"Es un paso positivo del Gobierno británico, pero no es más que lo que la legislación internacional puede hacer sobre el riesgo real de torturas de prisioneros en Afganistán", apuntó Polly Truscott, director de la sección de Asía-Pacífico de AI.
"Todos los Estados con presencia de tropas en Afganistán deben seguir el ejemplo del Reino Unido. La transferencia de detenidos debe paralizarse hasta que el sistema de detención en el país incluya salvaguardas contra la tortura y otros maltratos", añade AI.
El Reino Unido tiene desplazados en Afganistán a cerca de 10.000 efectivos, la mayoría en el campamento de Camp Bastion en la provincia sureña de Helmand, que comenzarán a replegarse de forma escalonada el próximo año hasta abandonar el país en 2014 junto con el resto de miembros de la OTAN.
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