El sicario de Martínez Touriño, a punto de ser arrollado por un taxi al huir

  • El sicario confeso de Félix Martínez Touriño estuvo a punto de ser atropellado por un taxi cuando huía a toda prisa tras cometer el crimen en la calle Santaló de Barcelona, hasta el punto de que se tuvo que apoyar en el capó del vehículo, lo que permitió a los investigadores buscar sus huellas dactilares.

Barcelona, 26 mar.- El sicario confeso de Félix Martínez Touriño estuvo a punto de ser atropellado por un taxi cuando huía a toda prisa tras cometer el crimen en la calle Santaló de Barcelona, hasta el punto de que se tuvo que apoyar en el capó del vehículo, lo que permitió a los investigadores buscar sus huellas dactilares.

En el juicio por este crimen por encargo ha declarado hoy como testigo una taxista que hacia las 08.15 horas de la mañana del 9 de febrero de 2009 circulaba por la confluencia entre las calles Santaló y Travesera de Gracia, cuando vio a un chico que iba corriendo y pasó por delante de ella, vestido de oscuro y con un pasamontañas.

"Casi le atropello. Se apoyó en el capó para evitar el coche. Di un frenazo y me quedé bloqueada", ha recordado hoy la taxista.

Tras el crimen, los Mossos siguieron el rastro a las huellas digitales que el asesino a sueldo dejó en el capó para tratar de identificarle.

Martínez Touriño murió asesinado de un tiro en la nuca el 9 de febrero de 2009, en un crimen supuestamente urdido por su subordinado Manuel Moreno, que encargó al sicario novel Jorge Andrés M.G. que ejecutara a su jefe cuando supo que éste le quería despedir porque había descubierto que se enriquecía ilegalmente a costa de la empresa.

La sesión de hoy del juicio apenas ha durado media hora porque el interrogatorio a la media docena de testigos que estaban citados ha ido muy deprisa, ya que prácticamente sólo les ha preguntado la fiscalía para que explicaran lo poco que vieron a las 08.15 horas de la mañana del 9 de febrero de 2009.

Por ejemplo, una mujer que paseaba por la zona ha explicado que oyó un ruido muy fuerte, se giró y vio a un hombre con pasamontañas, con una pistola en la mano, y que rápidamente sacó el cargador, lo tiró al suelo, pasó por delante, se sacó el pasamontañas, lo tiró al suelo y salió corriendo.

Otro testigo ha explicado que tras oír el disparo, vio cómo la víctima caía desplomada al suelo, por lo que se dirigió hacia allí y comprobó que Félix Martínez Touriño tenía un impacto de bala en la nuca, por lo que llamó a la policía.

Un vecino de la zona, que estaba en el portal de su casa muy cerca de la calle Santaló, ha explicado que fue él quien, poco después de oír el disparo, se encontró el pasamontañas en el suelo, que lo recogió con una escoba y se lo entregó a la policía.

Este mismo testigo fue el que también encontró en un contenedor cercano la pistola, que el sicario también abandonó en su accidentada huida.

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