El Supremo rechaza el recurso del preso que será ejecutado hoy en EE.UU.

  • El Tribunal Supremo de Estados Unidos denegó este miércoles el recurso interpuesto por Robert Brian Waterhouse para tratar de evitar su ejecución, prevista para hoy a las 18.00 hora local (23.00 GMT) en el estado de Florida.

Miami (EE.UU.), 15 feb.- El Tribunal Supremo de Estados Unidos denegó este miércoles el recurso interpuesto por Robert Brian Waterhouse para tratar de evitar su ejecución, prevista para hoy a las 18.00 hora local (23.00 GMT) en el estado de Florida.

Con esta negativa se agotan las vías judiciales que tenía la defensa para impedir la ejecución de Waterhouse, que lleva en el corredor de la muerte más de 31 años.

El hombre, de 65 años, fue condado por violar a una madre de 29 años y dejarla ahogarse en la Bahía de Tampa (Florida), unos hechos por los que, en principio, se le aplicará hoy una inyección letal en la prisión estatal de Starke, en el norte del estado.

Si finalmente se le ejecuta, será el tercer preso en morir por inyección letal en Florida desde que el gobernador estatal, Rick Scott, asumió ese cargo el año pasado.

Además, será el preso ejecutado que más tiempo llevaba en el corredor de la muerte en Florida, donde permanecen 294 personas (de las que sólo dos son mujeres), según datos del Departamento de Prisiones.

Entre ellas se encuentra el español Pablo Ibar, que esta semana vio cómo el juez de Florida que lleva su caso rechazó suspender y repetir el juicio por el que se le condenó a la pena de muerte.

Manuel Valle, de origen cubano, también era uno de los presos de Florida que más tiempo llevaba en el corredor de la muerte (algo más de 30 años), pero fue ejecutado el pasado septiembre por asesinar a un policía en 1979.

Oba Chandler, condenado a muerte por el asesinato de una mujer y sus dos hijas en 1989 cuando las tres regresaban de unas vacaciones en Disney World, fue ejecutado un mes más tarde.

Como establece la normativa, Waterhouse tendrá derecho hoy a solicitar una última cena -que como es habitual en el corredor de la muerte se le servirá a las 16.00 hora local (21.00 GMT)- y podrá pedir lo que quiera, siempre que su coste no exceda de 40 dólares y los ingredientes sean locales.

El estadounidense fue condenado en 1980 por el asesinato de Deborah Kammerer, una mujer de Florida cuyo cuerpo fue encontrado arrastrado por la marea en un playa de Tampa y con señales de que había sido golpeada, violada y tirada al agua.

Waterhouse fue acusado después de que un camarero dijera haberlo visto salir de un bar junto a Kammerer, y de que se encontrara sangre, pelo y fibras de la ropa de la víctima en el automóvil del acusado. Éste reconoció haber tenido contacto sexual con ella, pero negó haberla matado.

Después de ser condenado apareció un testigo que dijo haber visto cómo el acusado, quien por entonces se encontraba en libertad condicional por un asesinato cometido en Nueva York, se iba del bar acompañado de dos hombres, y no de la víctima.

La defensa pidió que se tuviera en cuenta ese testimonio, así como el hecho de que se habían destruido muestras físicas sobre las que se habría podido hacer una prueba de ADN determinante para el futuro del acusado, y solicitó que Waterhouse fuera exonerado.

Sin embargo, la semana pasada la Justicia estadounidense negó esa petición y ratificó su condena a muerte.

Ante la inminencia de la ejecución el arzobispo de la Archidiócesis de Miami y cinco obispos de Florida pidieron esta semana al gobernador que conmute la pena.

"Con esta acción manifestaría la creencia de la dignidad única de cada individuo y el carácter sagrado de la vida humana. Sería reconocer a Dios como Señor de la vida y sería más acorde con el espíritu del evangelio", indican los sacerdotes católicos en una carta enviada a Scott.

Además, alertan de que desde agosto pasado se ha matado a un preso cada tres meses en este estado y piden al gobernador que se abstenga de firmar más órdenes de ejecución.

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