El vicepresidente chino confía en mejorar la relación económica con Turquía

  • El vicepresidente de China, Xi Jinping, que llega hoy a Turquía para una visita de tres días, confía en que mejoren las relaciones, especialmente las económicas, entre los dos países emergentes del Grupo de los Veinte (G20).

Ankara, 20 feb.- El vicepresidente de China, Xi Jinping, que llega hoy a Turquía para una visita de tres días, confía en que mejoren las relaciones, especialmente las económicas, entre los dos países emergentes del Grupo de los Veinte (G20).

El político chino, al que muchos consideran el probable próximo dirigente de la nación asiática, subrayó en una entrevista publicada hoy con el diario turco Sabah el creciente volumen de comercio bilateral, que "se incrementó en un 24 % en 2011 y alcanza ya los 18.700 millones de dólares".

Intensificar las relaciones hará "ganar a ambas partes", afirma Xi en la entrevista.

Un acuerdo de cooperación estratégica firmado hace dos años entre ambos países tiene como objetivo alcanzar los 50.000 millones de dólares en el comercio bilateral en 2015.

Aunque Xi, que tiene previsto participar el miércoles en un encuentro de empresas chinas y turcas, insistió en la entrevista sobre todo en las relaciones comerciales, la prensa turca recuerda algunas diferencias en la política exterior de Pekín y Ankara.

Un ejemplo de esas diferencias es Siria, ya que China ha vetado hasta ahora la condena del régimen de Bachar al Asad, propuesta por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y respaldada por Turquía.

A inicios de mes, el presidente turco, Abdulá Gül, lamentó el veto chino y ruso, al sugerir que "todo el mundo debería darse cuenta de que la guerra fría ha terminado".

Xi promete en la entrevista que "en estos tiempos de situaciones regionales complejas, China desea reforzar la coordinación y cooperación con Turquía para promover la estabilidad, el desarrollo y la paz en Oriente Medio, pero también trabajando junto a los países e instituciones de la región".

Otra zona de fricciones diplomáticas es la provincia de Xinjiang, en el extremo oeste de China, habitado en gran parte por uigures, un pueblo musulmán de habla turca.

Desde hace años se registran incidentes armados en esta zona y los activistas de derechos humanos se quejan de que Pekín reprime las manifestaciones de identidad de la población local.

"El Gobierno de China hace grandes esfuerzos para mejorar los niveles de vida de todos los grupos étnicos en Xinjiang, incluidos los uigures", declaró Xi al respecto.

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