Orden interna a los Mossos: nadie librará el 10-N y se movilizarán 10.000 agentes

  • La dirección de la policía autonómica catalana despliega un operativo similar al de las elecciones catalanas de 2017, cuando el 155 estaba en vigor.
Mossos d'Esquadra, frente a los manifestantes
Mossos d'Esquadra, frente a los manifestantes
EFE

Ningún agente de los Mossos d'Esquadra que esté disponible podrá librar el 10-N. La seguridad de las elecciones generales del próximo domingo es una prioridad para la dirección del cuerpo autonómico. Algo que responde a la preocupación por las protestas convocadas por 'Tsunami Democratic' y los CDR para la jornada de reflexión, y que se espera que se extiendan a la jornada electoral. Por eso, los jefes de los Mossos han reactivado el llamado Plan Minerva, un dispositivo por el que se moviliza a, al menos, los 10.000 miembros del cuerpo en activo. Y que en un evento electoral solo tiene precedentes en los comicios catalanes del 20 de diciembre de 2017. Es decir, cuando el artículo 155 estaba en vigor en la región tras todo lo acontecido en el 'procés'. 

En una orden interna a la que ha tenido acceso La Información, el comisario jefe del cuerpo, Eduard Sallent, anuncia a sus policías la activación de Minerva. Esto supone una modificación de la jornada de trabajo de todos los agentes que estén adscritos a cualquier servicio policial, en función de las "necesidades del servicio". Este se concreta para los días 9 y 10 de noviembre, fechas de la jornada de reflexión y las elecciones. Por tanto, Sallent anuncia que serán rechazadas todas las solicitudes de permisos por asuntos personales u horas acumuladas. 

Como señalan fuentes de los Mossos, el operativo es similar al que se dispuso tras la sentencia del Tribunal Supremo que condenaba a los líderes independentistas por el 'procés'. Lo que resulta novedoso es que se utilice para un día de votaciones como esta, debido a que normalmente se destina un binomio de agentes para que custodien varios colegios. Con Minerva, ahora se destina a una pareja de policías autonómicos para que se ocupen de la seguridad de cada centro de votación en exclusiva. 

El 1-O en la retina

Esta decisión tan contundente del jefe de los Mossos responde al temor de que se produzcan altercados que puedan afectar al voto de los electores. Como señalan fuentes policiales, uno de los escenarios que se contemplan es que se formen aglomeraciones o cadenas humanas que impidan a los votantes entrar a los colegios para depositar su voto. En la retina está lo ocurrido el 1 de octubre de 2017, cuando cientos de personas se agolparon a las puertas de los centros en los que se celebraba el referéndum para impedir la intervención de Policía y Guardia Civil. Por el momento, 'Tsunami Democratic' se ha desmarcado de posibles convocatorias para el 10-N, al señalar que "las urnas no dan miedo".

Todo lo contrario a lo que han dispuesto para el día en el que debe imperar la neutralidad, el sábado de reflexión. Para ese 9-N, la plataforma que está siendo investigada por terrorismo en la Audiencia Nacional ha hecho un llamamiento a "llenar las plazas" de toda Cataluña entre las 16 y las 22 horas. "Si la represión del Estado no se detiene por la jornada de reflexión, tampoco se detendrá la gente", añadieron en un comunicado difundido en Telegram. Según 'Tsunami', será una jornada "festiva", en la que incluso habrá "actuaciones musicales y discursos". Pero esto no ha disuadido a los Mossos de tomar medidas de prevención debido a lo complejo de una jornada electoral, donde cualquier acción puede alterar la normalidad de las votaciones.

La movilización para el fin de semana electoral en Cataluña no corresponderá solo a los Mossos. Según distintas fuentes policiales consultadas por este diario, la Policía Nacional mandará a la región a cerca de 30 unidades de antidisturbios de distintos puntos de España, que se sumarán a las dos que tienen su base en la comunidad. A los UIP hay que sumar el desplazamiento de grupos de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR), que aportarán cerca de medio millar de agentes. En total, y sumando al personal de otras unidades como Información, habrá cerca de 2.000 policías nacionales para custodiar la jornada electoral, como señalan las mismas fuentes. 

Quejas de los agentes

Este dispositivo masivo de fuerzas autonómicas y estatales ha provocado el descontento en ambos cuerpos por distintos motivos. En el caso de los Mossos, las quejas que transmiten desde distintos sindicatos es que se les vuelve a impedir conciliar la vida laboral y familiar. Una situación que, según denuncian, ya vivieron con la semana de disturbios y violencia que continuaban a las manifestaciones contra la sentencia del procés. Además, recuerdan que las bolsas de horas extra que marcan la disponibilidad en función de las necesidades para el cuerpo ya se han gastado

Por el lado de la Policía Nacional, los agentes han abierto dos frentes por el dispositivo catalán. El primero y al que han dado prioridad es a que, debido a la decisión de la dirección de desplazarles, hay cientos de agentes que no podrán ejercer su derecho el voto. La Junta Electoral ha decidido a última del miércoles rechazar las peticiones de sindicatos como Jupol o CEP para que se permitiera una fórmula extraordinaria que permitiera votar a los afectados. Según el órgano electoral, una decisión de este calado necesita "una modificación del procedimiento del voto por correo", para lo que "carece de habilitación legal". 

Como no podrán ejercer el derecho a sufragio finalmente, CEP ha solicitado que exista una "retribución extraordinaria", recordando que el plazo para el voto por correo finalizó el 31 de octubre. Lo que no dio tiempo a los agentes a solicitarlo, ya que fueron avisados pocas horas antes. Desde Jupol han tachado de "inadmisible" la decisión, recordando que "es un ataque directo a los derechos de estos policías y supone un incumplimiento" del artículo 23.1 de la Constitución, que recoge el derecho a votar.

La otra cuestión que ha provocado el enfado de los agentes es la compensación económica por ser parte del dispositivo electoral extraordinario. Al tratarse de un operativo excepcional, la Dirección Adjunta Operativa del cuerpo ha fijado un pago de 152,59 euros para quienes presten servicio la noche del 9 al 10 de noviembre o durante la jornada electoral. Una cantidad que se considera "insuficiente" por el "esfuerzo" que requiere un día de este tipo. 

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