Embajada España en Guatemala "se quemó desde adentro", dice defensa en juicio

  • La defensa del que fuera jefe policial Pedro García Arredondo, único acusado en el juicio por la muerte de 37 personas quemadas en 1980 en la embajada de España en Guatemala, aseguró hoy que el fuego se originó "desde adentro" y que su representado "no evitó que nadie saliera" del lugar.

Guatemala, 13 ene.- La defensa del que fuera jefe policial Pedro García Arredondo, único acusado en el juicio por la muerte de 37 personas quemadas en 1980 en la embajada de España en Guatemala, aseguró hoy que el fuego se originó "desde adentro" y que su representado "no evitó que nadie saliera" del lugar.

"La policía hizo lo que tenía que hacer. Nunca fue la intención de matar a nadie. Ayudarlos sí, por lo menos a los rehenes", afirmó el abogado defensor del acusado, Moisés Galindo, durante su argumento final en el proceso judicial.

En una intervención que duró alrededor de dos horas, Galindo argumentó que en cualquier toma de rehenes hay "daños colaterales" y recordó el caso vivido la semana pasada en un supermercado judío en París, donde murieron cuatro personas retenidas en su interior.

El debate oral y público entró en su etapa final el lunes en la Torre de Tribunales del Organismo Judicial guatemalteco, donde el Tribunal B de Mayor Riesgo de Guatemala escuchó los argumentos finales del Ministerio Público (MP) y otros querellantes.

La masacre se registró cuando las fuerzas de seguridad del régimen militar de Guatemala que dirigía el general Fernando Romeo Lucas García (1924-2006) asaltaron la embajada española, después de que fuera ocupada por campesinos guatemaltecos.

En el asalto murieron quemadas 37 personas, entre ellas el cónsul español, Jaime Ruiz del Árbol Soler, y sus compatriotas y empleados de la delegación Luis Felipe Sanz y María Teresa Vázquez.

También fallecieron Vicente Menchú y Francisco Tum, padre y primo, respectivamente, de la premio Nobel de la Paz de 1992, Rigoberta Menchú, quien fue la primera testigo de la Fiscalía en contra del exjefe policial y quien además es una de los querellantes en el caso.

El embajador de España en Guatemala en aquel momento, Máximo Cajal y López, y el campesino guatemalteco Gregorio Yujá fueron los únicos supervivientes del asalto.

El abogado defensor explicó que la embajada "se quemó desde adentro" y se originó "por las bombas molotov" que llevaban los ocupantes de la embajada.

García Arredondo, de 69 años, dirigía un comando de la ahora extinta Policía Nacional y, según las investigaciones de la fiscalía, fue quien dio la orden de incendiar la embajada española, que había sido ocupada por un grupo de campesinos y estudiantes que denunciaban la represión militar.

"No se logró romper la presunción de inocencia de García Arredondo", destacó Galindo.

La fiscalía guatemalteca afirmó el lunes, durante la fase de conclusiones, que las 37 personas murieron en una "operación policial clandestina", ejecutada por la Policía Nacional (PN) del país centroamericano.

La fiscal Hilda Pineda también solicitó una pena de 30 años de cárcel para García Arredondo por cada víctima, además de 80 años en total por dos delitos de intento de homicidio.

El acusado fue condenado en 2012 a 70 años de prisión por la desaparición forzada de un estudiante universitario, también en 1980.

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