Dos empresarios del 'Guateque' admiten que pagaron 7.000 euros para "arreglar problemas" con una licencia

  • "Si tenemos que hacer magia se hace y si tiene que desaparecer, desaparece", les dijeron
Dos empresarios del 'Guateque' admiten que pagaron 7.000 euros para "arreglar problemas" con una licencia
Dos empresarios del 'Guateque' admiten que pagaron 7.000 euros para "arreglar problemas" con una licencia
EUROPA PRESS
EUROPA PRESS

Dos empresarios inmobiliarios han admitido en el juicio del 'caso Guateque', de presunta corrupción en el Ayuntamiento de Madrid durante el mandato de Alberto Ruiz-Gallardón, que pagaron "6.000 ó 7.000 euros" a uno de los supuestos intermediarios de la presunta red de cobro de comisiones para que arreglara "los problemas que había" con las licencias para las obras de dos edificios.

"No te preocupes. Somos unos fenómenos y si hay que hacer magia se hace. Y si tiene que desaparecer --un expediente--, desaparece" Ésta frase habría salido de la boca de Carmelo García, uno de los acusados en el juicio que afronta la mayor pena, de 21 años de cárcel. García era el dueño de AC93, un estudio de arquitectura que se encargaba de tramitar proyectos de licencia.

Con los dos empresarios que han comparecido este miércoles, ya son tres los procesados que han reconocido los hechos ante la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid. También admitió que cobró 2.500 euros la exfuncionaria Sara López. Julián Félix Serrano Sierra, que afronta trece años y seis meses de prisión, y Salvador José del Campo García, a quien se piden diez años de cárcel, han reconocido que pagaron a cambio de la tramitación de su licencia.

En primer lugar, Félix Serrano ha manifestado que sabía que los altos honorarios que pedía Carmelo García eran para "pagar a los funcionarios" para la licencia. "Le dimos 6.000 ó 7.000 euros", ha reconocido en relación a dos expedientes, uno relativo a la calle Lavapies y otro a la calle Piamonte.

De igual modo, ha admitido ante el tribunal su participación en los hechos del Campo García, quien ha explicado que contactaron con Carmelo García "aprovechando la coyuntura" de la amistad que tenía éste con Mario Mínguez Fernández, entonces funcionario de Disciplina Urbanística en la Junta de Centro.

"Nos dijeron que podía resolver el problema que había. Le llamaban 'El arregla todo'. Contratamos sus servicios para legalizar las obras. Carmelo nos dijo que lo arreglarían, pero cuando vi el proyecto observé que no se correspondía con el requerimiento municipal", ha narrado.

"Me dijo: 'Tú no te preocupes. Somos unos fenómenos y si hay que hacer magia se hace. Y si tiene que desaparecer --un expediente--, desaparece'. Ahí me di cuenta que el trámite iba a ser irregular, ha detallado.

Mostrar comentarios