Enfrentamientos en Gaza para reclamar los salarios a nuevo gobierno de unidad

  • Funcionarios del movimiento islamista Hamas han salido a la calle y se han enfrentado a sus compañeros del partido nacionalista Al Fatah en protesta por no haber recibido los salarios del nuevo gobierno de reconciliación nacional.

Gaza, 5 jun.- Funcionarios del movimiento islamista Hamas han salido a la calle y se han enfrentado a sus compañeros del partido nacionalista Al Fatah en protesta por no haber recibido los salarios del nuevo gobierno de reconciliación nacional.

El misma día en que la Unión Europea confirmó la entrega de 15,5 millones de euros a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para pagar sueldos y pensiones del mes de mayo de casi 70.000 personas en Gaza y Cisjordania, los bancos en la Franja se vieron obligados a cerrar sus puertas para intentar rebajar la creciente tensión.

Los disturbios se iniciaron anoche, cuando grupos de trabajadores y funcionarios de Al Fatah, que dirige el presidente de la ANP, Mahmud Abás, se acercaron a retirar sus sueldos de los cajeros como han hecho regularmente en los últimos años, pese a no trabajar desde la escisión en 2007 de las dos principales corrientes palestinas.

Asalariados que antes de la formación del nuevo gobierno de unidad dependían de Hamás -cifrados en unas 50.000 personas-, atacaron y trataron entonces de evitar que sus colegas de Al Fatah adquirieran el dinero, ya que en sus cuentas la ANP no había hecho ingreso alguno.

Según el acuerdo alcanzado entre ambas fuerzas el pasado 23 de abril, el Ejecutivo de unidad debe pagar los salarios mensuales de los empleados de Hamás y Al Fatah.

Sin embargo, fuentes del gabinete transitorio advirtieron de que los trabajadores de Hamás recibirán su dinero solo después de que cada caso sea estudiado.

El portavoz del nuevo gobierno en Ramala, Ihad Bseiso, explicó que se ha formado un comité de alto nivel para investigar la situación.

Una decisión que ha enfurecido aún más a los empleados de Hamás, que denuncian que la investigación podría prolongarse más de dos meses.

"No habrá ninguna discriminación entre los empleados, ya sean de Gaza o de Cisjordania. Nuestro gobierno de unidad está estudiando cada caso en profundidad y resolverá este problema lo más pronto posible", expuso Bseiso.

El portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, precisó, por su parte, que el movimiento islamista "respeta el acuerdo de reconciliación y tan sólo quiere un trato justo con los empleados".

"El Gobierno de unidad es plenamente responsable ante todos porque la división interna ha terminado. Es un Ejecutivo para todos, no sólo para una facción en detrimento de la otra", indicó.

Musa Abu Marzuq, influyente dirigente de Hamas, también cedió toda la responsabilidad al nuevo Ejecutivo a la hora de ofrecer un trato igualitario para todos los palestinos "sin discriminar entre Al Fatah y Hamás".

En este ambiente de tensión, el primer ministro palestino, Rami Hamdala, pidió, además, a los más de 70.000 funcionarios de Al Fatah en la Franja que retomen gradualmente las funciones que desempeñaban de forma habitual antes de 2007, algo que los funcionarios de Hamás observan como una amenaza.

Hace siete años, Abás se separó del gobierno liderado por Ismael Haniye, que empleó a 50.000 funcionarios pagados con sus propios recursos, obviando a los de Al Fatah.

También la Unión de Trabajadores denunció en un comunicado que los empleados tienen derecho a recibir sus sueldos con independencia de su afiliación política.

Coincidiendo con esta crisis, el representante de la UE, John Gatt-Rutter, manifestó que "el nuevo gobierno hace frente a enormes desafíos en su intento de garantizar la provisión de servicios públicos en Gaza y Cisjordania".

La UE apoyará estos esfuerzos manteniendo una ayuda financiera y sustancial durante los próximos meses", agregó.

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