Entregan brazaletes de identificación a víctimas de albergue en México

  • Autoridades mexicanas dotaron de brazaletes de identificación con información biométrica a los 330 niños y adultos que aún permanecen en el albergue La Gran Familia, una semana después de la intervención federal que descubrió a los internos privados de libertad y en condiciones deplorables.

Morelia (México), 22 jul.- Autoridades mexicanas dotaron de brazaletes de identificación con información biométrica a los 330 niños y adultos que aún permanecen en el albergue La Gran Familia, una semana después de la intervención federal que descubrió a los internos privados de libertad y en condiciones deplorables.

El Gobierno de Michoacán informó hoy que de los 607 niños y adultos que fueron encontrados en el albergue, 277 ya fueron entregados a los Gobiernos de distintos estados del país para buscar a sus familiares o enviarlos a albergues oficiales en condiciones óptimas para su desarrollo.

Los menores y adultos que han salido del albergue son originarios de Ciudad de México y de los estados de México, Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas, Chiapas, Coahuila, Baja California, Querétaro, Sinaloa, Guerrero, Veracruz y Michoacán.

Las autoridades indicaron que los brazaletes contienen información que precisa nombre, edad, estatura, peso, masa corporal y datos relevantes que permiten la identificación.

Además, tienen datos sobre su estado de salud y de los riesgos de contraer diversas enfermedades por cuadros de desnutrición y abusos físicos y sexuales.

Personal médico aún trabaja en los exámenes de ADN, que permitirán precisar los lazos con las personas que reclaman a los niños y adultos como sus familiares.

De acuerdo con una fuente del Gobierno estatal consultada por Efe, este proceso llevará una semana más.

Este martes, el secretario federal de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio, dijo que en los próximos días se darán a conocer las acciones en respaldo al Gobierno de Michoacán sobre el cuidado a quienes permanecen en el albergue para que "puedan estar en condiciones debidas y que no estén en las condiciones en las que estuvieron durante meses y seguramente varios años".

El albergue La Gran Familia opera desde 1974 en Zamora, Michoacán, pero no fue sino hasta el martes 15 de julio cuando agentes federales descubrieron a los cientos de internos, mayoritariamente niños, viviendo en condiciones infrahumanas.

Los internos dormían hacinados en viejas camas formadas en filas en el interior de grandes cuartos con barrotes en las ventas y puertas, sin cristales ni cortinas.

En estas habitaciones los niños y adultos compartían una letrina a la vista de todos y cuyo contenido se desbordaba y escurría al piso.

Las víctimas relataron que en el lugar se les daban alimentos echados a perder, además de que sufrían castigos físicos y en algunos casos sexuales por parte de "encargados" del albergue.

Las autoridades detuvieron a la octogenaria Rosa del Carmen Verduzco, conocida popularmente como "Mamá Rosa", quien fundó el albergue y lo administraba, pero fue declarada inimputable penalmente a causa del deterioro físico y mental que presenta.

Sin embargo, seis de sus ayudantes fueron puestos a disposición de un juez federal al existir pruebas en su contra por diversos delitos cometidos contra los niños y adultos internados.

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