Eran ''datos esperables''. Así reaccionaba este jueves el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, cuando le preguntaban por los niveles que ha alcanzado en octubre el IPC. Una subida del 5,5%, que no se veía desde hace 19 años. Escrivá cree que este alza de los precios refleja las "turbulencias y la tensión" que se producen "en los mercados mayoristas, eléctrico y del gas". En su visita institucional a la ciudad de Salamanca, el ministro se ha referido a la inflación subyacente, que se mantiene "en niveles cercanos al 1,4 %, por debajo del objetivo que se marcó el Banco Central Europeo, que es del 2 %".
En octubre, los precios en España continuaron su escalada, impulsados por el encarecimiento de la electricidad y los carburantes, hasta aumentar un 5,5 % respecto al mismo mes de 2020, un punto y medio más que en septiembre, con lo que alcanza la tasa más alta desde 1992.
Junto a ese aumento de los precios, el ministro ha destacado los niveles de inflación subyacente, del 1,4 %, que apuntan "en la dirección que han manifestado los bancos centrales de que más allá de la volatilidad y la transitoriedad que se produce no se perciben elementos subyacentes inflacionistas importantes".
Escrivá también ha justificado el aumento de los precios en una "situación transitoria", en la que se unen la salida de la pandemia, la "ruptura en ciertas cadenas de suministros" y una "falta de sincronización en la recuperación de la normalidad entre economías desarrolladas y las emergentes, donde van con más retraso con las vacunas".
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