La segunda causa del cáncer de pulmón

¿Gas radón en el Senado? España va tarde y establece límites que chocan con la UE

Gas radón
Gas radón
Nerea de Bilbao

España ya va tarde. El 5 de octubre de 2013, la Unión Europea traspuso una directiva en la que emplazaba a los estados miembros a endurecer las medidas para rebajar el gas radón en los espacios de trabajo. Situaba el límite para comenzar a establecer medidas de ventilación o saneamiento en los 300 Bq/m³, aunque reconocía que a partir de los 100 Bq/m³, el riesgo de padecer cáncer de pulmón aumenta considerablemente. Seis años después, la Comisión Europea tuvo que apercibir a nuestro país –si bien no fue el único– porque el plazo para aplicar las nuevas normas pasó sin que España hubiera modificado sus reglamentos. El caso del Palacio del Senado es el ejemplo perfecto de lo lejos que se encuentran las autoridades españolas de actuar de forma óptima ante la substancia.

Aunque el despacho que perteneció a Franco y que hoy ocupa el secretario primero de la mesa del Senado –el socialista Manuel Fajardo– y el Depósito-Archivo son las dos dependencias con una concentración más alta de gas radón (515 y 642 Bq/m³ respectivamente), existen siete espacios más en los que, durante la segunda fase del estudio, que finalizó en octubre de 2019, se detectaron niveles por encima de los 300 Bq/m³. En esos enclaves no se está llevando a cabo ningún tipo de trabajo concreto –más allá de abrir las ventanas para ventilar– con tal de rebajar la presencia del gas ni se establecerá ningún control hasta que, dentro de cinco años, tal y como indica el informe que difundió internamente la Cámara alta, se repita el estudio. 

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) español, cuyas indicaciones sigue el área de Prevención de Riesgos Laborales del Senado, ha remitido a este diario a dos documentos para justificar su reglamento –más laxo que el de la OMS y que el de la UE– en cuanto al tratamiento del gas radón. El primero es el 'Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes' que estableció un Real Decreto Ley con fecha en 6 de julio de 2001. El segundo, la Instrucción de Seguridad IS-33 del CSN, con fecha en 21 de diciembre de 2011. En este último se indica que las actuaciones por gas radón en lugares de trabajo deben iniciarse a partir de los  300 Bq/m³ en aquellos en los que exista concurrencia de público externo (escuelas, etc.) y a partir de los 600 Bq/m³ en todo el resto

Ambos documentos son anteriores a la Directiva de la Unión Europea que emplaza a los países comunitarios a limitar a 300 Bq/m³ el límite de actuación por concentración de gas radón, que se publicó el 5 de diciembre de 2013. En dicho documento, no se hace distinción alguna  entre lugares de trabajo con o sin asiduidad de público exterior. Además, el punto 1 del Artículo 106 del Título 10 de la Directiva la Comisión Europea insta a los distintos estados a aplicar la norma antes del 6 de febrero de 2018

La Unión Europea avisa a nueve países

Ante la aparente pasividad de España y otros ocho estados de la UE, las autoridades comunitarias se vieron en la obligación de expedientarlos por no haber cumplido con los plazos de aplicación de la  normativa. En concreto, se trata de Austria, Bélgica, Estonia, Hungría, Chipre, Grecia, Malta y Portugal –además de España. Si bien es cierto que dicho informe salió publicado el 27 de noviembre de 2019 –y que se amenazaba con llevar a los países ante el Tribunal de Justicia Europeo si no acataban el mandato–, también lo es que en el último informe publicado, el 12 de febrero de este año, no aparece información de ninguno de ellos. 

Aunque eso podría querer decir que España ha comenzado a adaptar sus reglamentos a lo que indica la institución comunitaria; el CSN, como se ha apuntado en líneas superiores, remite a La Información documentos mucho más antiguos que la Directiva en cuestión, por lo que parece que, o bien no lo ha hecho, o bien no he tenido efectos prácticos. 

Galicia, la comunidad más afectada por el gas radón

El gas radón es, según el mismo organismo, uno de los principales factores que producen cáncer de pulmón. Más concretamente, solo tiene por delante el consumo de tabaco. En sus estudios más recientes, apunta que por cada 100 Bq/m³ que crece la presencia del gas en una estancia, el riesgo de padecer ese tipo de tumor aumenta en un 16% por las personas que lo frecuentan

De las 428 mediciones que la empresa Radón Control Services realizó en Orense, un 25,47% dieron datos por encima de los 200 Bq/m³. Se trata de la provincia más afectada de la comunidad autónoma más afectada. Pontevedra, La Coruña y Lugo también presentan niveles muy altos. No obstante –además de en Galicia– en Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha o la Comunidad de Madrid son las regiones de España donde se dan más datos preocupantes según los niveles de referencia de la OMS (100 Bq/m³). 

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