El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, ha protagonizado de nuevo la anécdota de la sesión de control al Gobierno, al perder la paciencia con sus señorías durante el debate, y terminar zanjando un reproche con soltando un ¡Coño!, exabrupto poco acostumbrado en la Cámara Baja.
Cuando ha tenido lugar el incidente, hablaba en el hemiciclo el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso Rafael Hernando, mostrando su "respeto" por las víctimas del franquismo, en réplica a unas declaraciones sobre este colectivo que -según Hernando- le habían sido adjudicadas "arteramente manipuladas por la izquierda".
El PSOE, por su parte, no ha dado crédito a sus explicaciones y le ha exigido que pida perdón a las familias de quienes "perdieron la vida por defender la democracia" española.
Ha sido en ese momento, después de las preguntas al Gobierno, cuando el presidente de la Cámara Baja, Jesús Posada, concedió al diputado del PP un turno por alusiones. Cuando Hernando reiteraba su argumento, y ha mostrado su "respeto a las víctimas de la Guerra Civil y de las dictaduras", la bancada socialista ha comenzado a protestar sonoramente, como si de un patio de colegio se tratara.
El pataleo y las voces desde los escaños de Sus Señorías del PSOE han acabado con la paciencia de Jesús Posada, la tercera autoridad del Estado, por detrás del Rey Don Juan Carlos I y del presidente electo del Gobierno, Mariano Rajoy.
Llevado de cierta indignación, Posada ha cortado la protesta de la siguiente manera: "Parece mentira que no puedan escuchar, esperen ustedes que a termine y luego hagan exclamaciones, coño". Para rematar su exabrupto, se ha dirigido al diputado popular, aún en uso de la palabra, pidiéndole brevedad: "Termine ya porque esto no es un discurso".
No es la primera vez que Jesús Posada usa un exabrupto para culminar una reprimenda. Sin ir más lejos, el pasado 12 de febrero, el presidente del Congreso procedía a echar de la tribuna de invitados a una veintena de personas de la Plataforma Antidesahucios (PAH),al grito de "procedan a la expulsión, ¡coño!".Otros deslices de políticos españoles
El lapsus linguae es la forma de referirse en latín al "error o tropiezo involuntario e inconsciente al hablar". Mariano Rajoy no piensa que"ETA es una gran nación", pero lo dijo en su día. Y como él, otros dirigentes políticos de diverso signo han creado maravillosas confusiones, para disfrute del personal.
Si no les parece suficiente argumento, qué dirían al recordar la legendaria rueda de prensa ofrecida por el presidente Zapatero junto al presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, de viaje oficial a España. El presidente español se felicitó por haber firmado un acuerdo de fomento del turismo que servirá -dijo- para "estimular, para favorecer, para follar, para apoyar ese turismo".
En la misma líea estuvo el entonces ministro de Fomento, José Blanco, cuando anunció con gran solemnidad que nacionalizaba a Ikea para jugar con la selección española de baloncesto.
Pero si quieren sorprenderse, no dejen de revisar la actuación del ex ministro de Defensa Federico Trillo, cuando en 2003 viajó a Irak y visitó los destacamentos de El Salvador. En un momento de euforia pidió a los soldados salvadoreños que lanzaran un"¡Viva Honduras!".
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