Estado deberá indemnizar a sobrevivientes de mayor tragedia Ejército chileno

  • La justicia chilena determinó que el Estado indemnice a 27 reclutas sobrevivientes de la tragedia de Antuco, en la cordillera de Los Andes, el mayor infortunio del Ejército chileno en tiempo de paz, donde murieron 44 soldados y un sargento, informaron hoy fuentes judiciales.

Santiago de Chile, 6 mar.- La justicia chilena determinó que el Estado indemnice a 27 reclutas sobrevivientes de la tragedia de Antuco, en la cordillera de Los Andes, el mayor infortunio del Ejército chileno en tiempo de paz, donde murieron 44 soldados y un sargento, informaron hoy fuentes judiciales.

La decisión fue adoptada por la Corte Suprema, que confirmó una determinación similar cursada anteriormente, que determinó pagar en total cerca de 280 millones de pesos (unos 593.000 dólares) a estos 27 exuniformados.

El antecedente fue ratificado por el abogado Guillermo Claverie, que asesoró judicialmente al grupo de jóvenes, el cual interpuso la demanda a mediados del año 2007.

Claverie dijo a los periodistas que con esta resolución "se hace un poco de justicia para estos exreclutas que se salvaron de morir en la montaña".

El profesional recordó que en este caso aún se tramitan otras demandas indemnizatorias presentadas por otros exsoldados que se salvaron de la tragedia de Antuco que todavía no son resueltas por los tribunales.

El 18 de mayo de 2005, el exmayor del Ejército Patricio Cereceda ordenó una marcha entre dos refugios de la cordillera de Los Andes, en el volcán Antuco, unos 580 kilómetros al sur de Santiago, en medio de adversas condiciones climáticas que habían sido advertidas por el servicio meteorológico.

Los cerca de 200 reclutas que iniciaron la marcha sin la vestimenta adecuada para el frío se encontraron con el llamado viento blanco (ventisca de nieve), perdieron la orientación y 44 de ellos más un sargento, murieron congelados, en una de las peores tragedias que ha sufrido el Ejército chileno.

Cereceda, que en 2006 fue condenado a cinco años un día por el homicidio de las 45 personas, obtuvo la libertad condicional el 30 de agosto del 2011, lo que provocó la fuerte molestia entre los familiares de las víctimas.

En junio de 2009 la madre de uno de los 44 reclutas que fallecieron congelados, identificada como Violeta del Carmen Sánchez Provoste, de 42 años, fue encontrada por otro de sus hijos ahorcada en su hogar del municipio de Santa Fe, en la sureña región del Biobío.

En esa oportunidad, la presidenta de la Agrupación de Familiares y Amigos de las Víctimas de Antuco, Angélica Monares, relató al diario El Sur que Sánchez "estaba en tratamiento y nunca asumió la pérdida" de su hijo.

Esta muerte se sumó al suicidio en marzo de 2008 de Luis Alfonso Renca, padre del recluta Julio César Renca Navarrete, también fallecido en esa tragedia.

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