La Paz, 9 ene.- El empresario peruano prófugo Martín Belaúnde Lossio, quien fue asesor del mandatario de ese país, Ollanta Humala, apareció hoy en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra (este) y negó las acusaciones en su contra.
Acompañado por sus abogados, Belaúnde Lossio compareció ante los medios en un hotel de esa ciudad y leyó un comunicado en el que aseguró que teme por su seguridad en su país y que por ello solicitó el 16 de diciembre pasado refugio político en Bolivia.
"Yo no he cometido ningún delito ni en el Perú ni en ningún otro Estado, por lo que no existe razón alguna para esconderme. Sin embargo, lastimosamente hoy en el Perú la injerencia política y mediática no permite que pueda ser juzgado de modo imparcial y transparente", afirmó el empresario.
Belaúnde Lossio está acusado de gestionar intereses de empresas particulares para adjudicarles contratos con el Estado peruano en Gobiernos regionales y obtener beneficios económicos personales, por lo que en mayo pasado un tribunal peruano ordenó su detención preventiva durante 18 meses.
Según el Gobierno peruano, el empresario es el presunto autor de delitos contra la administración pública, peculado (malversación de fondos públicos) y asociación ilícita para delinquir y tiene una orden de captura internacional desde el 11 de septiembre de 2014.
Las autoridades peruanas han asegurado que el empresario viajó "ilegalmente" a Bolivia en diciembre tras fugarse de su país y que una vez que conocieron esta medida se presentó el 31 de diciembre pasado una nota diplomática a la Embajada boliviana en Lima.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó el miércoles que su país no protegerá a "corruptos de ninguna parte", pero que respetará los procedimientos internacionales para tratar las solicitudes de refugio, en alusión al caso de Belaúnde Lossio.
Belaúnde sostuvo hoy que ingresó a Bolivia legalmente e insistió en que es víctima de un "montaje político disfrazado de juicio" que responde a "oscuros intereses de los políticos de oposición y a algunos personajes vinculados al régimen de turno quienes controlan el poder judicial y el poder mediático".
"Hoy en día temo por mi seguridad no sólo jurídica en el Perú, por lo que estoy en Bolivia pretendiendo demostrar que no cuento con garantías suficientes para ser debidamente juzgado en mi país", indicó el empresario.
Afirmó que confía en la Justicia boliviana y que cree "firmemente en el respeto que tiene este país por las instituciones y los tratados internacionales".
Concluyó su declaración comprometiéndose a respetar "los plazos y procedimientos establecidos por la ley boliviana" y a acatar las decisiones que tome el Gobierno boliviano con respecto a su caso.
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