Exempleados de la represa Itaipú llevan "crucificados" tres días en Asunción

  • Tres exempleados de la represa de Itaipú, la hidroeléctrica de mayor producción del mundo, llevan 72 horas seguidas clavados a un madero frente a la embajada brasileña en Asunción y aseguran que seguirán "crucificados" hasta que no se les retribuyan los beneficios laborales que, dicen, se les adeudan.

Asunción, 11 dic.- Tres exempleados de la represa de Itaipú, la hidroeléctrica de mayor producción del mundo, llevan 72 horas seguidas clavados a un madero frente a la embajada brasileña en Asunción y aseguran que seguirán "crucificados" hasta que no se les retribuyan los beneficios laborales que, dicen, se les adeudan.

Roque Samudio, de 58 años, Gerardo Orué, de 49, y Roberto González, de 61, fueron clavados el pasado lunes y desde entonces permanecen tumbados sobre sus respectivas cruces en una céntrica calle de Asunción, donde esta semana las temperaturas rondan los 30 grados.

Desde esa posición comen, duermen y hacen sus necesidades, según dijo a Efe Carlos González, portavoz de la Coordinadora General de los Extrabajadores de Itaipú y Contratistas.

"De momento están tolerando gracias a los compañeros, que les dan masajes, líquidos, suero, vitaminas, calmantes para el dolor. Hay momentos en que aparece el cansancio, pero con la oración van soportando estoicamente", señaló González.

El portavoz anunció que las "crucifixiones" continuarán hasta que haya una respuesta por parte de los responsables de la represa de Itaipú, compartida por Paraguay y Brasil, a quienes reclaman varios beneficios laborales retroactivos contenidos en un convenio de 1974.

"Vamos a ir hasta el final. Si reculamos lo perdemos todo. Es a vida o muerte, no es un juego, ya no es solo por el aspecto económico, sino por nuestros derechos", aseguró González.

Agregó que el próximo lunes, si antes no se ha producido ese diálogo, otro hombre y una mujer serán crucificados, mientras que los otros tres exempleados seguirán acoplados a sus maderos.

Este martes representantes de la embajada brasileña se entrevistaron con los extrabajadores, pero sin que se llegara a ningún acuerdo.

"Nos escucharon y nos hicieron preguntas, creo que estaban mal informados, pero espero que se lo hayan comunicado a su Gobierno", dijo González.

No es la primera vez que los miembros de la Coordinadora recurren a una forma tan extrema de protesta. Gerardo Orué y Roberto González ya estuvieron clavados durante tres días a mediados de noviembre frente a la sede diplomática brasileña.

Como entonces, ahora reciben la asistencia y el aliento de alrededor de un centenar de extrabajadores de Itaipú de todo Paraguay, que tienen como base una gran carpa plantada frente a la embajada.

Entre los beneficios que reclama la Coordinadora se encuentran varios incentivos por productividad y antigüedad, así como un vale de alimentación y complementos por vacaciones y por traslado de los trabajadores fuera de su región de origen.

La Coordinadora agrupa a 9.500 exempleados, de los casi 40.000 que trabajaron en la presa.

Itaipú comenzó a operar en 1984, con la conexión de la primera de sus actuales veinte turbinas, diez años después de que Brasil y Paraguay firmaran el tratado constitutivo para dar vida a la hidroeléctrica en la frontera entre ambos países.

Con una producción de 98,6 millones de megavatios hora (MWh), en 2013 Itaipú suministró el 75 % de la energía consumida por Paraguay y el 17 % de Brasil.

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