Exenfermera de Bettancourt afirma que nunca vio entregas de dinero en Francia

  • La exenfermera de la millonaria Liliane Bettencourt aseguró hoy que "nunca vio ni habló" de entrega alguna de sobres con dinero líquido al presidente francés, Nicolas Sarkozy, "ni a ninguna otra persona", por parte de la máxima accionista del imperio L'Oreal.

París, 31 ago.- La exenfermera de la millonaria Liliane Bettencourt aseguró hoy que "nunca vio ni habló" de entrega alguna de sobres con dinero líquido al presidente francés, Nicolas Sarkozy, "ni a ninguna otra persona", por parte de la máxima accionista del imperio L'Oreal.

En declaraciones a la emisora de radio France Info, su abogada dijo que su clienta nunca asistió a entrega alguna de dinero ni habló de algo así "ni a la juez ni a su escribano".

La juez Isabelle Prévost-Desprez, vicepresidenta del tribunal de Nanterre (a las afueras de París), afirma lo contrario sobre ese testigo clave del caso Bettencourt en el libro "Sarko m'a tuer", que se publicará mañana y sobre el que el periódico "Liberation" adelantó hoy varios extractos.

Prévost-Desprez instruía este caso, que entre otras ramificaciones conllevó la dimisión del entonces ministro francés del Presupuesto (con competencias fiscales) Eric Woerth, hasta que tuvo que dejarlo en otoño de 2010, al pasar a ocuparse de él el tribunal correccional de Burdeos (suroeste francés).

Sus explosivas declaraciones provocaron hoy múltiples reacciones, entre ellas el firme desmentido del Elíseo, residencia oficial del jefe del Estado francés.

Según los periodistas del diario "Le Monde" que escribieron el libro, Isabelle Prévost-Desprez declaró sin ambigüedad alguna que un testigo, la enfermera Henriette Youpatchou, fuera del proceso verbal, dijo que había visto entregas de dinero líquido a Sarkozy.

En el libro, Prévost-Desprez asegura que los testigos tienen "miedo de hablar sobre Sarkozy en el proceso verbal".

"Uno de ellos me dijo que vio entregas en metálico a Nicolas Sarkozy", agrega la jueza.

El entonces ministro Eric Woerth tuvo que dimitir al verse salpicado por presuntos escándalos de financiación ilegal para la campaña presidencial de Sarkozy, entre otras investigaciones.

El escándalo Bettencourt estalló en 2009, cuando a partir de un cisma familiar entre ésta y su hija, que la acusaba de dilapidar su fortuna, salieron a la luz más de 20 horas de grabaciones clandestinas registradas por el mayordomo de la heredera de L'Oreal.

Las grabaciones, con las que se pretendía probar que el fotógrafo François-Marie Banier se aprovechaba del dinero de la anciana, desembocó en un escándalo con ramificaciones político-financieras que salpicaron a Woerth y a la propia Liliane Bettencourt, por evasión fiscal.

La justicia validó las cintas y se abrieron media docena de investigaciones que apuntaban a Woerth y que terminaron costándole el puesto, tras descubrirse que su esposa trabajaba en la gestión de la fortuna de unos 17.000 millones de euros de Bettencourt, quien se supone pudo haberse beneficiado de un trato fiscal favorable.

La multimillonaria, a quien Hacienda ha reclamado inicialmente 30 millones de euros por evasión fiscal y sobre quien se sospecha que ocultó al fisco la posesión de una isla entera en las Seychelles, fue una de las personas que pidió recientemente la creación de un impuesto especial a los ricos para ayudar a Francia a salir de la crisis.

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