Explicar las ayudas a la banca, trabajo extra de los eurodiputados españoles

  • Cynthia de Benito.

Cynthia de Benito.

Madrid, 23 jun.- Cuando el Gobierno anunció este mes que la banca recibiría un apoyo financiero para sanear sus cuentas, los europarlamentarios españoles comenzaron a enfrentarse a una labor extra a su trabajo habitual en Bruselas.

Desde entonces, viven jornadas de continuas explicaciones para generar confianza en sus colegas extranjeros, que aseguran que no llegan a comprender del todo las informaciones que les llegan.

Varios de estos eurodiputados han relatado a Efe cómo vivieron aquellas horas que pillaron por sorpresa a unos y confirmaron los temores de otros.

Las cifras sobre el agujero en el que se había sumergido Bankia, que desveló a finales de mayo que necesitaba 19.000 millones de euros, "disparó la tensión" en la UE, explica el eurodiputado del PSOE Antolín Sánchez.

Sánchez, quien además es miembro de la Comisión de Asuntos Económicos, asegura que la inyección de dinero público a la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri, "fue la gota que colmó el vaso" de la paciencia europea, que se vio rebasada por los "retrasos, dudas y rectificaciones" de un Gobierno que, a su juicio, "no ha mantenido una posición clara" en los ámbitos presupuestario y financiero.

"Yo no lo sabía", asegura el eurodiputado del PP Pablo Zalba, quien indica que, pese a las informaciones que ya adelantaron que Bruselas ofrecería asistencia financiera, "no aumentó especialmente" la comunicación con su partido y con el Gobierno.

Dentro de la normalidad, subraya que mantiene "la coordinación lógica y habitual de cualquier grupo parlamentario que está apoyando la labor de un Gobierno", y que no preguntó a Moncloa sobre la veracidad de las informaciones que aseguraban que la ayuda a la banca se anunciaría el sábado. "Ante rumores -señala-, no molesto a nadie".

Willy Meyer, de IU, y Ramón Tremosa, de CiU, se unen a Antolín Sánchez en su 'crónica de una ayuda anunciada'.

"Sabíamos que Reuters lo había filtrado y cómo se habían desarrollado los acontecimientos", cuenta Sánchez, que cimentó estas conclusiones con "informes de distintas fuentes que seguían los movimientos de Bruselas" y que recibió el mismo sábado.

En IU también estaban "preparados para el rescate", que, según asegura Meyer, es la conclusión para un país "intervenido desde hace un año", cuando el BCE se convirtió en "el único que compra mayoritariamente deuda española", un organismo sobre el que recela por no estar "controlado democráticamente".

Tremosa, por su parte, señala como indicios de esta medida el descenso de la prima de riesgo en los últimos días "que ya anticipaba la decisión", y sus conversaciones con algunos diputados que "confirmaron cosas que ya se podían intuir".

Realizado el anuncio, los partidos comienzan una ronda de consultas para evaluar la situación y establecer posibles cambios en su trabajo en Bruselas.

IU convoca una reunión a primera hora del día siguiente; Antolín Sánchez contacta con la secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, y el eurodiputado del PP Pablo Zalba se mantiene "plenamente en contacto" con el resto de diputados.

La vuelta a Bruselas supuso para ellos conocer cómo había recibido Europa los acontecimientos.

Mientras Zalba destaca la "satisfacción" entre sus colegas europeos, Tremosa asegura que el tono con el que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, explicó esta ayuda financiera fue percibido por parte de los comisarios y eurodiputados con los que ha hablado como "muy desafortunado" y "con poca sensibilidad".

Hay disposición en los eurodiputados españoles a dar las explicaciones que hagan falta.

Se trata de "transmitir tranquilidad", en palabras de Antolín Sánchez, al resto de europarlamentarios que puedan estar preocupados y, como apostilla Zalba, "preguntar y aclarar dudas" sobre las noticias que los diputados lean sobre España.

El representante del PP expone como ejemplo la preocupación de un colega extranjero que "vino inquieto" porque había dimitido el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

"Le pareció una noticia de cierta importancia", cuenta Zalba, a lo que respondió que "no había dimitido, sino que había adelantado su salida un mes".

El europarlamentario justifica esta duda en la falta de una correcta "interpretación" de los medios de comunicación que, una vez solventada, demuestra que "muchas veces no hay más inquietud por España que la que pueda haber por el resto de países de la UE".

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