Expresidente Alejandro Toledo negoció compra de oficina hecha por su suegra

Lima, 13 sep.- El expresidente peruano Alejandro Toledo negoció personalmente la compra de una lujosa oficina en Lima, que luego adquirió su suegra Eva Fernenbug, según declaró hoy un allegado a la venta a la comisión de Fiscalización del Congreso de Perú.

"La persona con la que se negoció fue el señor Toledo, incluso recibí una llamada de él. Sin embargo, la que figuró en el contrato, en la minuta, fue la señora (Eva) Fernenbug", declaró Javier Silva Chueca, gerente de la empresa que vendió la oficina, a los integrantes de la comisión parlamentaria.

Las declaraciones de Silva Chueca contradicen la versión que Toledo dio a la misma comisión en mayo pasado, de que no conocía los detalles de las compras hechas por Fernenbug, una ciudadana belga de 85 años.

Toledo y su suegra son investigados actualmente por la Fiscalía de la Nación, por presunto enriquecimiento ilícito y por supuesto lavado de activos, respectivamente, por la compra de una casa y una oficina en Lima por casi cinco millones de dólares el año pasado.

Silva Chueca dijo que la oficina, en un moderno edificio del distrito de Surco, le costó a su empresa 497.000 dólares, pero que la vendieron a Fernenbug por 882.000 dólares.

Agregó que él y su socio Mario Aranda Briceño se enteraron que la compradora de la oficina era la suegra de Toledo cuando se presentaron en la notaría para firmar el contrato de transferencia del inmueble.

La compra de la casa y la oficina a nombre de Fernenbug fue descubierta por la prensa peruana, a inicios de este año, y para ello la suegra de Toledo creó una empresa en Costa Rica desde donde se transfirieron fondos para además pagar las hipotecas de otras dos casas del expresidente en Perú.

Toledo vive en Estados Unidos con su esposa Eliane Karp, y actualmente se encuentra atendiendo una serie de conferencias en distintos países.

El vocero de su partido Perú Posible, José León, aseguró que el exmandatario volverá a Lima la próxima semana para declarar nuevamente ante la comisión de Fiscalización.