Fernández Díaz explicará sus planes contra una ETA que cree aún "latente"

Madrid, 29 ene.- El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comparecerá el próximo martes en el Congreso para dar cuenta de las prioridades y objetivos de su departamento y, especialmente, de sus planes contra ETA, cuyos últimos movimientos le hacen creer que, lejos de disolverse, la banda trata de mantenerse "latente".

Ese fue el adjetivo empleado por Fernández Díaz en relación con la detención en Francia el pasado día 14 de tres presuntos miembros de la banda terrorista -Jon Etxeberría Oiarbide, Íñigo Sancho Marco y Rubén Rivero Campo- que iban armados y llevaban consigo materiales habitualmente empleados en la fabricación de explosivos.

La comparecencia en la Cámara baja tendrá lugar, además, solo cinco días después de que la llamada Comisión Internacional de Verificación del alto el fuego en el País Vasco (CIV), a la que el Gobierno no reconoce papel alguno, haya dicho que, "a través de contactos directos", ETA les ha asegurado estar comprometida con el cese definitivo de la violencia declarado el pasado 20 de octubre.

Sin embargo, en las declaraciones públicas hechas desde que tomara posesión de su cargo, Fernández Díaz ha dejado claro que no se fía "nada" de la banda porque considera que los terroristas han tomado esta decisión por su "debilidad operativa" y no por motivos éticos o morales.

Ante esta situación, ha advertido de que las Fuerzas Seguridad no bajarán la guardia y estarán "muy vigilantes" ya que el Estado de Derecho "no está en suspenso" ni en "tregua", compromiso que reiterará el martes en la Comisión de Interior del Congreso.

Los de Etxebarria, Sancho y Rivero fueron los primeros arrestos de miembros de ETA practicados desde la llegada del PP al Gobierno, y tuvieron su continuación con la detención el pasado miércoles, también en Francia, de Ernesto Prat Urzainki, incluido en la lista de los terroristas más buscados desde 2008.

El hecho de que varios de los arrestados fueran armados pese al anunciado cese de la violencia por parte de la banda no solo hace desconfiar al Gobierno, sino que ha llamado la atención de la propia CIV, que en el comunicado hecho público el pasado jueves considera que esa circunstancia puede dar lugar a "situaciones potencialmente peligrosas".

Además, Fernández Díaz ha hecho también referencia en los últimos días a una campaña de recaudación de fondos puesta en marcha por el entorno de ETA durante la pasada Navidad en comercios del País Vasco y que, según el ministro, viene a sustituir a la extorsión a la que la banda sometía a los empresarios en el pasado mediante el cobro del llamado "impuesto revolucionario".

Todos estos datos evidencian para los responsables de la lucha antiterrorista que ETA "mantiene una estructura larvada en la clandestinidad", según dijo Fernández Díaz el pasado jueves en Leioa (Vizcaya) tras reunirse con el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares.

Éste planteó al ministro "una política penitenciaria más flexible" que "ayude a avanzar" hacia el final de ETA, pero Fernández Díaz vinculó cualquier paso en ese sentido a la exigencia de la desaparición de la banda.

Sí se adoptarán medidas de manera inmediata respecto al número de escoltas de cargos públicos, que se verá reducido en atención a "la conjunción de las dos realidades" del anuncio del cese de actividad de ETA y de la crisis económica.

En la comparecencia del ministro estará presente el diputado de Amaiur Iker Urbina, aunque fuentes de esta formación han señalado a Efe que aún no han decidido si intervendrá para replicar a Fernández Díaz.