La popularidad del candidato de Los Republicanos al Elíseo ha caído al mismo ritmo en que ha empeorado su perspectiva judicial. Esta semana ha sido imputado formalmente por un caso en el que se investiga si su mujer, Penelope Fillon, se embolsó de forma fraudulenta cientos de miles de euros gracias a contratos como asistente parlamentaria.
Un sondeo de la firma Odoxa para France Info revela que tres de cada cuatro ciudadanos son partidarios de la dimisión de Fillon, algo que él ha descartado en varias ocasiones por considerar que todo forma parte de una persecución política. En una encuesta del 3 de marzo, la proporción de quienes pedían su salida era del 70 por ciento y, un mes antes, del 61 por ciento.
El 78 por ciento dicen tener una mala opinión de Fillon, mientras que sólo el 58 por ciento de los ciudadanos conservadores ven con buenos ojos al candidato de Los Republicanos. De hecho, casi nueve de cada diez franceses no creen en la honestidad de Fillon, mientras que el 76 por ciento no considera convincentes sus explicaciones.
La encuesta, elaborada a partir de 1.006 entrevistas, pone de manifiesto la creciente impopularidad de un candidato que ha pasado de figurar como favorito para las elecciones de abril y mayo a aparecer tercero en intención de voto. Le superan la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, y el responsable del movimiento En Marche!, el exministro Emmanuel Macron.
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