Fuerzas de orden cometen abusos en región sursudanesa de Jonglei, denuncia AI

  • Las fuerzas militares y policiales están cometiendo "terribles" violaciones de derechos humanos en la región de Jonglei, la mayor de Sudán del Sur, mientras desarrollan una campaña de desarme civil, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).

El Cairo, 3 oct.- Las fuerzas militares y policiales están cometiendo "terribles" violaciones de derechos humanos en la región de Jonglei, la mayor de Sudán del Sur, mientras desarrollan una campaña de desarme civil, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).

"En lugar de llevar seguridad a la región, el Ejército de Sudán del Sur y las fuerzas auxiliares de policía han cometido terribles violaciones de derechos humanos, y las autoridades apenas hacen nada para impedir los abusos", destacó la directora del Programa de AI para África, Audrey Gaughran.

La organización difundió un informe en el que recoge testimonios de civiles que sufrieron de violaciones, torturas y disparos por parte de las fuerzas del orden.

Entre estos casos se encuentra el de una mujer de avanzada edad sin identificar que explicó cómo un soldado había violado a su hija mientras otros militares las golpeaban a ella y a su nieta con palos.

Otra mujer, identificada con las siglas K.E., señaló haber sido agredida junto con otras mujeres y sus hijos cuando los efectivos del orden entraron a su casa en busca de armas y no las hallaron.

AI documentó también la muerte de un hombre por un supuesto jefe de policía y los disparos por parte de soldados que recibieron dos hombres desarmados.

Las tropas y las fuerzas de seguridad sursudanesas cometieron esos supuestos abusos durante la operación para restablecer la paz en Jonglei, promovida por el gobierno en marzo de 2012 ante la escalada de la violencia tribal.

En los últimos dos años, los enfrentamientos se han concentrado en el corazón de Jonglei, habitada por varias tribus como la Dinka Boor, Anyuak, Jie, Murle y Lou Nuer, que pese a convivir desde hace años en la misma zona se han visto sumergidas en la violencia, lo que causó la muerte de cientos de personas.

El Gobierno sursudanés planteó una campaña de desarme ante la proliferación de armas ligeras en la zona y para evitar nuevos enfrentamientos.

Según Amnistía Internacional, hay cinco soldados detenidos en el condado de Pibor por supuestos actos de violación y asesinato, por lo que la organización pidió a sus responsables que rindan cuentas.

Asimismo, exigió que las autoridades de Sudán del Sur investiguen las denuncias de ataques y vigilen el proceso de desarme, al tiempo que solicitó a la misión de la ONU en el país africano que proteja a la población civil y envíe tropas de mantenimiento de la paz a las zonas con elevado riesgo por este tipo de violaciones.

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