Fuerzas Nuevas anuncian la ocupación de una ciudad en el oeste de Cosa de Marfil

  • Abiyán.- La antigua milicia rebelde de las Fuerzas Nuevas, que respalda a Alassane Ouattara como presidente de Costa de Marfil, anunció hoy la ocupación de la ciudad de Toulepleu, en el oeste del país, en un comunicado en el que señalan que avanzan hacia la localidad de Bloléquin.

Fuerzas Nuevas anuncian la ocupación de una ciudad en el oeste de Cosa de Marfil
Fuerzas Nuevas anuncian la ocupación de una ciudad en el oeste de Cosa de Marfil

Abiyán.- La antigua milicia rebelde de las Fuerzas Nuevas, que respalda a Alassane Ouattara como presidente de Costa de Marfil, anunció hoy la ocupación de la ciudad de Toulepleu, en el oeste del país, en un comunicado en el que señalan que avanzan hacia la localidad de Bloléquin.

"La gran ciudad de Toulepleu está en manos de las Fuerzas Armadas de las Fuerzas Nuevas (FAFN) desde el domingo, tras intensos combates con las fuerzas leales a Laurent Gbagbo", señala la nota, que indica que, bajo el mando del "comandante Loss", prosiguen su avance hacia Bloléquin, en una región fronteriza con Liberia.

Ambas localidades estaban en manos de las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS), que sostienen a Gbagbo en la Presidencia, pese al rechazo de la comunidad internacional, que reconoce a Ouattara como ganador de las elecciones presidenciales marfileñas del pasado 28 de noviembre.

En sus escritos, las FAFN explican que "Toulepleu se encuentra en un cruce de carreteras por el que pasan los mercenarios liberianos reclutados por Gbagbo" para tratar de mantener su régimen por la fuerza.

Tanto los seguidores de Ouattara como la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) han asegurado que, además de los militares y policías que apoyan a Gbagbo, en su bando actúan milicianos armados y mercenarios de otros países africanos, a los que han acusado de graves violaciones de los Derechos Humanos.

Previamente, las Fuerzas Nuevas habían ocupado las localidades de Zouan Hounien y Bin Houyé, que antes estaban en poder de las FDS y que se encuentran en el área occidental de separación entre el norte y el sur del país.

La ONUCI advirtió que estos combates suponían una violación de la tregua acordada tras la guerra civil (2002-2007) y señaló que hacían aumentar el riesgo de una nueva conflagración interna en Costa de Marfil.

Tras la guerra civil, la antigua milicia rebelde de las Fuerzas Nuevas no se desarmó y mantuvo el control del norte del país, mientras las FDS tenían el del sur.

Mientras tanto, Ouattara se prepara para acudir el próximo jueves a una reunión del Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana (UA), donde se espera que sea reconocido como presidente de Costa de Marfil por la organización continental, tras el consenso alcanzado por una comisión de cinco gobernantes africanos.

Gbagbo, sin embargo, no ha aceptado la invitación a acudir a la reunión y, según sus partidarios, quiere estar representado por el presidente de su Consejo Económico y Social, Laurent Dona-Fologo.

Mientras tanto, en Abiyán, y sobre todo en el barrio de Abobo, donde tiene un fuerte respaldo Ouattara, siguen los enfrentamientos entre las FDS y el autodenominado "comando invisible" y, durante la madrugada y esta mañana de hoy, se han escuchado disparos.

La ONU ha confirmado la muerte de al menos 365 personas en Costa de Marfil y que otras 200.000 han huido del país desde que el conflicto se tornó violento a mediados de diciembre pasado y ha acusado a los seguidores de Gbagbo de graves violaciones de los Derechos Humanos.

Por otro lado, hoy, los periódicos favorables a Ouattara, que habían suspendido su publicación la semana pasada, han reaparecido, y han explicado que lucharán por "una información veraz y por participar en la consolidación de la democracia, la libertad de expresión y el imperio de la ley".

La ONU ha acusado reiteradamente a los medios controlados por Gbagbo, en especial a la Radiotelevisión Marfileña (RFI), de difundir falsedades y un discurso "de odio" que, según ha asegurado, ha llevado a agresiones contra sus "cascos azules" y fomentado la violencia.

Los organismos de control de las comunicaciones y la prensa, controlados también por Gbagbo, han tratado por todos los medios de cerrar o impedir la difusión de los medios favorables a Ouattara y de emisoras internacionales de televisión.

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