Fuselaje, pruebas y recuerdos: los restos del 11-S

  • El impacto de un avión a 710 kilómetros por hora contra un rascacielos puede causar su derrumbe, pero no garantiza que bajo los escombros, el fuego y la muerte no sobreviva, intacto, un pequeño trozo de papel.

Raquel Godos

Washington, 1 sep.- El impacto de un avión a 710 kilómetros por hora contra un rascacielos puede causar su derrumbe, pero no garantiza que bajo los escombros, el fuego y la muerte no sobreviva, intacto, un pequeño trozo de papel.

"La última noche", rezaba el título de la nota manuscrita en árabe, con precisas instrucciones, que llevaban consigo los secuestradores de Al Qaeda antes de hacer colisionar los aviones contra las Torres Gemelas, y que ahora se expone en la muestra "War on Terror: The FBI's New Focus" ("Guerra contra el terrorismo: El nuevo objetivo del FBI").

La exposición, que a partir del día 2 abrirá sus puertas en el Newseum de Washington, recoge decenas de restos que se encontraron tras los atentados del 11 de septiembre y muestra cómo han cambiado las prioridades de la inteligencia estadounidense después de diez años y miles de muertos.

"Esta nueva edición cuenta la investigación del FBI en el 11-S, cómo los medios cubrieron los atentados, cómo la misión del FBI cambió para siempre después de ese día y la prevención del terrorismo se convirtió en su mayor prioridad para evitar otro ataque", dijo a Efe Cathy Trost, directora del Newseum.

Algunos trozos de los aviones que impactaron en el World Trade Center, o los pasaportes de los terroristas, son parte de las sesenta nuevas piezas que conforman la muestra coincidiendo con el décimo aniversario del 11-S.

Dentro de una de las vitrinas se pueden observar los "zapatos-bomba" que el terrorista de Al Qaeda Richard Reid, llevaba puestos en su intento de atentado en diciembre de 2001, cuando viajaba en un vuelo desde París, con destino Miami.

"Un ejemplo de cómo todo el mundo está trabajando mejor es el caso de Richard Reid, que pese a ser entrenado por Al Qaeda para hacer explotar una bomba en un avión que iba a EEUU, falló", dijo a Efe Don McCarron, representante del FBI para el Newseum.

McCarron explicó que la información extraída de aquel caso provocó que ahora la gente se quite sus zapatos en los aeropuertos para que éstos sean escaneados y evitar cualquier amenaza de este tipo.

"Nuestra primera prioridad ahora es prevenir el terrorismo, nuestra segunda prioridad es el contraespionaje y la tercera es la investigación de crímenes informáticos", añadió McCarron al aludir a los nuevos retos del FBI.

El papel de los medios de comunicación en la "guerra antiterrorista" se ve reflejado también a través de la última entrevista que ofreció Osama Bin Laden a un periodista occidental, John Miller, antes de los atentados del 11 de septiembre.

"Conservamos la cámara y el resto del equipo con el que se grabó aquella entrevista que, a través del tiempo, se convertirá en un documento histórico", explicó la directora del museo.

En las labores de desescombro de las Torres Gemelas los agentes federales hallaron todo tipo de documentos que sorprendentemente sobrevivieron al desastre.

Además de las pasaportes de los secuestradores, también aparecieron entre los restos teléfonos móviles y cientos de documentos y papeles de las víctimas, como la cartera y las tarjetas de crédito de una de las pasajeras, Ruth McCourt.

McCourt y su hija Julien, de cuatro años, viajaban en el vuelo 175 de United Airlines que chocó en la segunda de las torres, y sus pertenencias, expuestas en la muestra, fueron encontradas entre los escombros del World Trade Center.

Aunque la cartera de McCourt esté expuesta dentro de una vitrina, otros miles de efectos personales de las víctimas resistieron la devastación y fueron devueltos a las familias de los fallecidos, uno por uno.

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