Fútbol latinoamericano: ¿principio del fin tras nueve meses de pesadilla?

  • Las elecciones presidenciales de la FIFA, este viernes en Zúrich, suponen una oportunidad para que el fútbol empiece a pasar la página de las escándalos de corrupción que sacuden al deporte rey en los últimos nueve meses, con Latinoamérica como gran protagonista negativo del 'FIFAGate'.

Los tres últimos presidentes de la Conmebol (Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo, Juan Ángel Napout) así cómo tres hombres que dirigieron la Concacaf en los últimos años (Jack Warner, Jeffrey Webb, Alfredo Hawit) se vieron inmersos en un huracán judicial que hizo temblar los despachos del fútbol de toda América, con casi cuarenta individuos imputados, muchos de ellos presidentes o expresidentes de Federaciones nacionales, además de dos empresas.

La pesadilla comenzó en vísperas de las elecciones presidenciales de la FIFA en mayo, con la detención de siete directivos en Zúrich a pedido de las autoridades estadounidenses dentro de una investigación sobre prácticas corruptas relacionadas con competiciones de la zona sudamericana (Conmebol) y de la de América del Norte, Central y Caribe (Concacaf). Ese día se imputó a un total de catorce personas.

El escándalo de mayo, que llevó a la FIFA a las portadas de todo el mundo, hizo que Joseph Blatter anunciara su próxima marcha apenas cuatro días después de haber ganado las elecciones en medio de la tormenta mediática. Pero el suizo de 79 años terminó cediendo a las presiones.

Seis meses después del estallido del 'FIFAGate', el jueves 3 de diciembre, fueron detenidos también en Zúrich dos vicepresidentes de la FIFA, el paraguayo Napout y el hondureño Hawit, presidentes de Conmebol y Concacaf respectivamente.

Horas después, la justicia estadounidense anunció la imputación de otras catorce personas, entre ellos el presidente de la poderosa Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) Marco Polo Del Nero y el expresidente de la misma Ricardo Teixeira, que se sumaron al expresidente de la CBF detenido en la primera oleada en mayo en Suiza, José María Marín.

Semanas antes de esas imputaciones de diciembre, los presidentes de las Federaciones colombiana y chilena, Luis Bedoya y Sergio Jadue, renunciaron a sus cargos y viajaron a Estados Unidos para negociar con la justicia de ese país. Fueron imputados ese diciembre y quedaron en libertad bajo fianza.

"El nivel de traición de la confianza en este caso es realmente indignante y la amplitud de la presunta corrupción es inconcebible", afirmó la fiscal estadounidense, Loretta Lynch, que prometió perseguir a "cada uno de los individuos culpables que siguen en la sombra".

Esta semana, con el mundo del fútbol reunido de nuevo en Zúrich para el Congreso extraordinario de la FIFA, la espada de Damocles de nuevas detenciones amenaza la disputa con normalidad de las elecciones del viernes.

Desde Conmebol y Concacaf se espera que la semana transcurra sin nuevos sobresaltos y pueden consolidar sus incipientes planes para salir de la crisis.

La Conmebol eligió el pasado 26 de enero a su nuevo presidente, el paraguayo Alejandro Domínguez, como dirigente de consenso.

"Es la crisis más grande que sufrió la Conmebol por el manejo irregular. No puede haber más malas prácticas en cuanto al manejo comercial de los derechos", sentenció Domínguez tras su proclamación como presidente.

A principios de enero, la sede de la Conmebol en Asunción, después de que se levantara la inviolabilidad que le confería una protección similar a una delegación diplomática, fue allanada por la justicia paraguaya, dentro de la colaboración con la investigación estadounidense.

"La comitiva procede a la búsqueda de documentación relacionada a concesiones de derechos comerciales y de difusión para eventos deportivos", explicaron fuentes judiciales después del allanamiento.

La fiscalía de lavado de dinero de Paraguay anunció después el envío a Estados Unidos de 10.000 documentos, entre contratos, actos, facturas, balances y registros diversos.

La Concacaf, pese a la detención y suspensión de Hawit, no procedió todavía al relevo definitivo de su cúpula y espera aprovechar este viaje a Suiza para llegar a nuevos acuerdos sobre su organización interna, según los planes anunciados el pasado mes.

Ambas organizaciones tienen además un reto deportivo de primera magnitud este año, la Copa América Centenario en Estados Unidos, que esperan que pueda disputarse sin problemas al margen de la justicia.

dr/psr

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