Gadafi reafirma su compromiso de abrir Libia a las empresas españolas

Trípoli.- El líder libio, Muamar el Gadafi, reafirmó hoy ante el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, su compromiso de abrir las puertas de su país a que las empresas españolas amplíen sus inversiones a sectores como las infraestructuras y las energías renovables.

Gadafi aseguró que España está en su mente para participar en su ambicioso plan de modernización y de reformas del país en la reunión que mantuvo con Zapatero con motivo de su primera visita a Libia.

Ataviado con su tradicional túnica marrón, un gorro a juego y gafas de sol, el líder libio recibió a Zapatero en una "jaima", la típica carpa beduina del desierto donde acostumbra a recibir a los mandatarios extranjeros a los que da un trato especial.

Aunque el plan inicial era que el encuentro tuviera lugar en su residencia oficial -cerca del palacio que Estados Unidos bombardeó en 1986-, Gadafi optó por adelantar la cita y trasladarla a una de sus fincas en mitad del campo a las afueras de Trípoli.

Con un rebaño de camellos pastando en las proximidades de la tienda, Gadafi esperó a Zapatero a la entrada de la "jaima" para darle la bienvenida.

Antes de entrar a evaluar las relaciones bilaterales y otros asuntos de la agenda regional, el líder libio se interesó por la salud del Rey de España y Zapatero le informó del éxito de su intervención quirúrgica, así como de los consejos de los médicos de descansar para completar su recuperación.

Zapatero aprovechó la ocasión para transmitirle el saludo y el aprecio de Don Juan Carlos.

Como ya hiciera en su primera visita oficial a Madrid en diciembre de 2007, Gadafi dio su respaldo a que nuevas empresas españolas alcancen posiciones de liderazgo en el mercado libio, como ya tiene Repsol YPF desde hace años en materia de hidrocarburos.

En aquella ocasión, llegó a hablar de que esas inversiones podrían rondar los 15.000 millones de euros.

Ante la petición de Zapatero de que el campo de la relación económica "crezca y se desarrolle", Gadafi dio "luz verde" a su primer ministro, Bagdhadi Mahmoudi, presente en la reunión, para favorecer las aspiraciones de las compañías españolas.

"Hay un interés recíproco entre los dos países para que así se produzca", dijo Zapatero a los periodistas al término del encuentro, en el que le acompañó el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

La cita duró una hora, de la que los últimos minutos fueron a solas -únicamente con el traductor-, para acentuar la sintonía que compartieron ambos dirigentes.

Es la primera visita de un presidente de Gobierno español desde la que hizo en 2003 José María Aznar, que también transcurrió en un clima de gran cordialidad y que será recordada por el caballo que Gadafi le regaló.

El viaje del Rey a Trípoli en enero de 2009 y la mediación de España para resolver el conflicto diplomático que Libia ha tenido con Suiza en los últimos dos años han sido otros dos hechos que han consolidado la buena amistad entre ambos países.

Zapatero explicó que su breve estancia en Libia respondía a un compromiso con Gadafi para verse antes de que concluyera la presidencia española de la UE el próximo día 30, según informaron fuentes del Gobierno.

El jefe del Ejecutivo aseguró que España trabajará para acercar Libia a la UE a través del acuerdo de asociación que se está negociando.

Entre los asuntos que salieron a debate, estuvo el del ataque de Israel a la "Flotilla de la libertad".

A juicio de Gadafi, episodios como éste, que acabaron con la vida de nueve activistas turcos pro palestinos, "son los que alimentan a Al Qaeda" y al extremismo, según las fuentes.

El "guía de la revolución", en el poder desde hace 41 años, también responsabilizó al ex presidente de Estados Unidos George Bush de haber contribuido a la tensión que hay en Oriente Medio, aunque se mostró esperanzado en que con Barack Obama "sea otra cosa".

Gadafi aprovechó para dar el pésame a Zapatero por la muerte de doce personas atropellados por un tren en Castelldefels (Barcelona).

En un plano más distendido, ambos dedicaron algo de tiempo a hablar de asuntos más variopintos, como los camellos y el Mundial de fútbol.

Una cena con el primer ministro libio puso fin a la breve visita de Zapatero a Trípoli.