Galicia. La crisis centra los discursos de feijóo y barrio en la ofrenda de traslación de los restos del apostol santiago


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 (SERVIMEDIA/AXENCIA GALEGA DE NOTICIAS)

La crisis económica centró los discursos del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y del arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en la ofrenda de traslación de los restos del Apostol Santiago. El regidor gallego actuó por segundo año consecutivo como delegado regio en esta celebración solemne.
En la ofrenda nacional, Feijóo recordó que en este Año Santo Santiago recibió "más visitantes que nunca", más de 9 millones de personas. Así, tras recordar que el próximo año se celebrará el 800 aniversario de la consagración de la basílica compostelana, animó a "empezar, desde hoy mismo, a preparar el próximo Año Santo en 2021".
Señaló que, "pese al cierre de la Puerta Santa", los caminos de Santiago "permanecerán abiertos con todo el patrimonio cultural, natural y humano que los recorren". En este sentido, pidió al Apóstol que "nos guíe para saber ponerlos en valor cada año, protegiendo su belleza y sumándole nuevas ilusiones como la Ciudad de la Cultura".
El presidente gallego también dio gracias al santo por la visita del Papa Benedicto XVI, momento a partir del que el Año Santo "comenzó a superar las dificultades" con las que arrancó en su primer trimestre, "hasta terminar por convertirse en el mejor de la historia para los intereses de los ciudadanos de Galicia y de España".
Pasándose al gallego, el presidente de la Xunta resaltó que Galicia vive hoy "unos tiempos muy duros". Calificó las cifras actuales de paro de "drama social que castiga fundamentalmente a los jóvenes que quieren tener un puesto de trabajo al finalizar su periodo formativo".
SISTEMA DE PROTECCIÓN SOCIAL
En esta línea, pidió al Apóstol "aliento y sabiduría" para "esquivar los ataques de esta crisis" y para "sortear los escollos que abren peligrosas vías en nuestro sistema de protección social y bienestar".
Por su parte, el arzobispo de Santiago también tuvo palabras de recuerdo y agradecimiento para la visita del Sumo Pontífice. La crisis también fue protagonista de su discurso, al abogar por "recuperar a confianza en los demás" y por "recuperar valores como el compromiso, el esforzo, la honestidad, la visión de futuro, la corresponsabilidad, la solidariedad y la fraternidad".
La festividad comenzó en la plaza del Obradoiro, donde Feijóo pasó revista a las tropas y saludó a las diferentes autoridades presentes, entre ellas, todos los consejeros de la Xunta; el delegado del Gobierno, Antón Louro; la presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo; el alcalde de la ciudad, Xosé Sánchez Bugallo; el presidente del Consejo de Cultura Gallega, Ramón Villares; representantes del Congreso de los Diputados, y miembros de la Corporación municipal.
Pese a que la lluvia dio un pequeño respiro durante el desfile militar, el amenazante cielo encapotado impidió que la afluencia de personas fuera igual a la de años anteriores. Sin embargo, un nutrido grupo de curiosos, entre compostelanos y turistas, se acercó a la céntrica plaza para disfrutar con el espectáculo.
Tras el desfile, las autoridades entraron en la catedral, donde fueron recibidas por una comisión capitular y saludadas por el arzobispo. Como todos los años, se celebró la procesión que rememora el traslado de los restos del Apóstol Santiago desde Palestina a Galicia, acompañada por el funcionamiento del Botafumeiro. Los bancos del templo se llenaron y muchas personas se agolparon en los pasillos.

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