Gesto se despide mañana tras un cuarto de siglo de silencio frente al terror

  • La coordinadora Gesto por la Paz celebrará mañana en Bilbao su última manifestación, con la que pondrá fin a un cuarto de siglo de concentraciones silenciosas con las que logró despertar el rechazo social al terrorismo, simbolizado en un lazo azul.

Bilbao, 10 feb.- La coordinadora Gesto por la Paz celebrará mañana en Bilbao su última manifestación, con la que pondrá fin a un cuarto de siglo de concentraciones silenciosas con las que logró despertar el rechazo social al terrorismo, simbolizado en un lazo azul.

Los orígenes de esta plataforma cívica fueron pequeños grupos vizcaínos que reclamaban la paz para la sociedad vasca: Artesanos por la Paz, Casco Viejo de Bilbao y estudiantes de la Universidad de Deusto..., que en 1986 se unieron en una coordinadora.

Paralelamente, el mismo año en San Sebastián surgió la Asociación por la Paz de Euskal Herria, fundada por Cristina Cuesta, cuyo padre, delegado de Telefónica, fue asesinado por ETA en 1982.

En mayo de 1989 vizcaínos y guipuzcoanos crearon una plataforma única: Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria.

El nombre viene de las concentraciones de quince minutos de silencio que convocaban al día siguiente de producirse una muerte relacionada con el terrorismo, un "gesto" contra la violencia.

El movimiento era descentralizado: al día siguiente de un asesinato, en barrios y pueblos del País Vasco y Navarra llegó a haber 150 concentraciones a la vez: normalmente a las ocho de la tarde, los ciudadanos que querían -muchas veces unas pocas docenas- acudían y estaban quince minutos en silencio. Luego, aplaudían y se iban.

Ese gesto no era fácil: en el año de la fundación de Gesto, 1986, ETA asesinó a 41 personas, y la repulsa social al terrorismo sólo había llegado hasta entonces a través de grandes manifestaciones esporádicas.

La calle "era" de la izquierda abertzale, que pronto organizó "contramanifestaciones" a las concentraciones de Gesto, donde las amenazas y los gritos se contraponían al silencio.

La presencia pública de Gesto por la Paz cobró una mayor importancia en el verano de 1993 con una campaña por la liberación del ingeniero vasco Julio Iglesias Zamora, secuestrado por ETA durante 117 días, y la creación del lazo azul.

Ese año, la coordinadora recibió el premio Príncipe de Asturias a la Concordia. Su portavoz, María Guijarro, dijo en su discurso que el lazo azul era "un pequeño trozo de tela, todo un ejercicio de libertad individual, una forma de expresión pública que rompió miedos e indiferencias".

En los años siguientes Gesto continuó con su trabajo pacifista, pluralista e independiente de cualquier partido, lo que le costó no pocas críticas.

Un símbolo de su equilibrio fue la manifestación tras el asesinato en 2002 del dirigente socialista vasco Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez, cuando la tensión entre nacionalistas y no nacionalistas arreció: primero marcharon miles de personas constitucionalistas, en medio, unos pocos cientos de Gesto, y para acabar, otros miles de nacionalistas.

Tuvo que pasar otra década, hasta el 20 de octubre del 2011, para que ETA cesara en su actividad. Tras el abandono de la violencia, Gesto decidió convocar una última manifestación, mañana en Bilbao, aunque la coordinadora no se disolverá.

Desde 1988 Gesto ha convocado manifestaciones anuales en torno al 30 de enero, fecha de la muerte del líder pacifista Mahatma Gandhi, exigiendo a ETA que cesara el terror.

Cumplido el objetivo, mañana será la última manifestación, bajo el lema "El futuro es nuestro. Lo hemos conseguido".

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