Gobierno y policías bolivianos no dialogan y soldados patrullan las calles

  • El Gobierno de Evo Morales y los policías de rangos bajos no han logrado hasta ahora iniciar el diálogo sobre el reclamo de mejores salarios de los agentes, que están amotinados desde el jueves, lo que motivó a que las autoridades decidieran mandar a los militares a patrullar las calles.

La Paz, 23 jun.- El Gobierno de Evo Morales y los policías de rangos bajos no han logrado hasta ahora iniciar el diálogo sobre el reclamo de mejores salarios de los agentes, que están amotinados desde el jueves, lo que motivó a que las autoridades decidieran mandar a los militares a patrullar las calles.

Una comisión de ministros liderada por el de Gobierno, Carlos Romero, y los dirigentes de los policías han tenido dos reuniones preliminares desde anoche sin resultados por el momento.

El último encuentro, efectuado hoy, duró unas tres horas pero fue suspendido porque un grupo de agentes marchó hasta el ministerio de Gobierno a protestar, informó en rueda de prensa Romero.

Un dirigente de los policías, Edgar Ramos, ratificó que ese sector demanda que su escala salarial sea similar a la de las Fuerzas Armadas, pues mientras ellos ganan ahora 178 dólares al mes, un militar de igual nivel recibe el doble.

El salario mínimo de Bolivia, uno de los países más pobres de América, es de 144 dólares mensuales y el sueldo medio apenas pasa de 546, según cifras de 2011.

El ministro de Economía, Luis Arce, ratificó que se ha ofrecido a los agentes aumentar 27 dólares a un subsidio de 57 que reciben mensualmente para tareas de seguridad ciudadana, además de entregarles víveres dos veces al año y no una, como ocurre ahora.

Afirmó que estas ofertas "no son migajas" y que demandarán un gasto adicional superior a los 14,3 millones de dólares.

Según el Gobierno, con estas propuestas más el aumento salarial del 8 % decretado por el Gobierno en mayo pasado, el salario de un agente llegará a 293 dólares, pero los policías insisten en que sus sueldos deben igualarse con los de los militares.

Los agentes se amotinaron el jueves, pero la crisis se agravó el viernes, cuando centenares de ellos, acompañados por sus esposas, causaron disturbios violentos en varias ciudades bolivianas y saquearon en La Paz el edificio donde funcionan la Inteligencia y el Tribunal Disciplinario de la Policía, además de Interpol.

Las calles de La Paz quedaron ayer sin protección ni control de tráfico y los bancos y muchos comercios adelantaron el cierre de sus puertas, por lo que el ministerio de Defensa anunció hoy que los militares saldrán a patrullar "con el fin de precautelar el bienestar y la seguridad de la población".

Según un comunicado de esa institución, las Fuerzas Armadas incrementaron en un 25 % el número de soldados destinado al apoyo de las tareas de seguridad ciudadana y "se redoblaran las zonas de responsabilidad y resguardo en el territorio boliviano".

En un acto en la región central de Cochabamba, Evo Morales sostuvo que su Gobierno "nunca" descuida "a ningún sector social" y aseguró que los policías recibieron incrementos salariales de entre 4 y 9 % desde que asumió la Presidencia por primera vez en 2006.

"Algunos hermanos pueden decir que como antes tanto me reprimían, me perseguían, me detenían, no estoy dotando nada (a los policías). Mentira, estos son los datos y siempre va a ser tarea del Gobierno nacional favorecer a los que ganan poco", señaló el gobernante.

El ministro Carlos Romero sostuvo que los agentes están divididos entre un grupo que quiere el diálogo y otro "que quiere hacerlo fracasar porque tiene otros planes" y que actúa "en función de otros intereses", lo que negó Ramos.

La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, declaró por su parte a la radio Erbol que, por los "informes de prensa y de inteligencia" que tienen en este momento, se está "configurando un escenario de golpe" (de Estado) contra Morales.

Señaló que se tiene información de que los policías pretenden mantener sus protestas hasta el martes, cuando prevén llegar a La Paz los indígenas amazónicos que iniciaron en abril pasado una nueva marcha en defensa de la reserva natural Tipnis.

Sin embargo, los agentes negaron tener intenciones de derrocar al mandatario y aseguran que solo buscan una reivindicación económica.

Morales y sus partidarios suelen recurrir al argumento de que la oposición conspira con sectores sociales movilizados por cualquier causa para dar un golpe de Estado aprovechando los conflictos.

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