Nouha Mancaly
Bissau, 10 abr.- Guinea Bissau celebrará elecciones generales el próximo domingo para recuperar la senda democrática tras el golpe de Estado de 2012, que devolvió a los militares al poder de esta excolonia portuguesa, desterrada por la comunidad internacional.
Los comicios, los primeros que se celebran desde el derrocamiento del presidente interino Raimundo Pereira, pretenden traer estabilidad a la accidentada trayectoria política de este país, uno de los más pobres del mundo y lastrado también por el narcotráfico.
Independizada de Portugal en 1974, Guinea Bissau ha padecido asesinatos y golpes de Estado que han malherido la salud democrática de un país que vivió su etapa de paz política más prolongada durante los 23 años de mandato de Joao Bernardo "Nino" Vieira, derrocado en 1999.
En 2012, un nuevo golpe desalojó del poder al expresidente Raimundo Pereira y al exprimer ministro Carlos Gomes Júnior, quien desde su exilio en Portugal ha alertado de la intención del Gobierno provisional de "instaurar una dictadura militar".
Este último levantamiento fue castigado por socios y países donantes, que suspendieron sus ayudas al desarrollo y arrastraron así a este pequeño país de África Occidental a una honda crisis política y económica.
La comunidad internacional no ha reconocido el Gobierno de la transición, liderado por Manuel Serifo Nhamadjo, y ha suspendido todas sus relaciones con el país, a excepción de China, "debido a sus intereses", comenta a Efe el politólogo Rui Landim.
Sumida, pues, en el ostracismo, Guinea Bissau ha retrasado la organización de las elecciones en varias ocasiones.
Si los guineanos acuden finalmente a las urnas el próximo domingo y se evita otro seísmo político, "el país podrá empezar a salir de la situación en la que se encuentra", comenta Landim.
En ese contexto, las elecciones presidenciales y legislativas que se celebrarán este domingo cobran una relevancia todavía mayor, según el experto.
No obstante, advierte Landim, los comicios presenta puntos oscuros: la presencia del Partido Africano para la Independencia de Guinea y de Cabo Verde (PAIGC) y del Partido de la Renovación Social (PRS), "los principales responsables de la situación actual de Guinea Bissau".
Tanto el PAIGC como el PRS han formado parte del Gobierno de la transición, el mismo que ha gestionado el país tras el golpe de Estado y organizado las elecciones generales.
El futuro presidente de Guinea Bissau será elegido, de entre 13 aspirantes, para un mandato de cinco años.
En las legislativas, se votarán los 102 miembros del Parlamento en 27 circunscripciones por un periodo de cuatro años.
El favorito en la quiniela presidencial es el candidato del PAIGC, José Mario Vaz, un exministro de Finanzas que ha prometido hacer funcionar la Justicia y atajar las prácticas abusivas de las empresas exportadoras de madera.
Por el PRS, la segunda formación política del país, opta a la Presidencia Abel Incada, empresario y expresidente de la Cámara de Comercio del país.
Aunque Incada fue elegido candidato oficial del PRS, el fundador y presidente por ese partido entre 2000 y 2003, Kumba Yalá, respaldó al independiente Nuno Gomes Nabiam, antes de morir el pasado día 4.
A la nueva generación de políticos guineanos que participa en la carrera electoral pertenece Paulo Gomes, un execonomista del Banco Mundial que ha planteado una nueva forma de hacer campaña al incluir en su caravana a un equipo de médicos, que ha ofrecido consultas y medicamentos gratuitos por todo el país.
"Paulo Gomes es el primer candidato en tomar una iniciativa de este tipo. Las consultas médicas están abiertas a todos los habitantes con independencia de su filiación política", explica el coordinador de los facultativos del candidato, el doctor Ricardino Té.
Dada la insuficiente cobertura médica en el país, los electores han acogido muy bien esta iniciativa.
El vencedor en los comicios del domingo se encontrará un país acosado por una situación política y económica complicada que, según Rui Landim, debe avanzar hacia un objetivo claro: recuperar la confianza de los socios y donantes internacionales.
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