Hallazgo de restos abre espectativas sobre paradero desaparecidos en Uruguay

  • El hallazgo de huesos humanos enterrados en un cuartel militar abrió hoy nuevas espectativas para conocer el destino de desaparecidos de la dictadura uruguaya, entre ellos María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman, cuyos restos se sospecha se encuentran en ese lugar.

Montevideo, 21 oct.- El hallazgo de huesos humanos enterrados en un cuartel militar abrió hoy nuevas espectativas para conocer el destino de desaparecidos de la dictadura uruguaya, entre ellos María Claudia García, nuera del poeta argentino Juan Gelman, cuyos restos se sospecha se encuentran en ese lugar.

Las autoridades uruguayas, encabezadas por el presidente Jose Mujica, confirmaron la presencia de restos humanos en un cuartel del Batallón 14 del Ejército, ubicado a las afueras de Montevideo, en donde se realizaban excavaciones en busca de desaparecidos durante la dictadura militar (1973-1985).

El hallazgo fue realizado por un equipo de Antropología Forense liderado por José López Mazz, que desde principios de este año trabaja en el lugar por orden del juez Pedro Salazar, encargado de la causa de María Claudia García, secuestrada en 1976 en Buenos Aires y trasladada a Montevideo como parte del Plan Cóndor de cooperación entre las dictaduras de la época en la región.

En Uruguay, María Claudia dio a luz a una hija, Macarena, que fue entregada a un policía uruguayo, y luego desapareció.

Una vez recuperada su verdadera identidad en el año 2000 Macarena y su abuelo Juan Gelman comenzaron una campaña para buscar sus restos.

El Batallón 14 fue excavado hace tres años en busca de los restos de María Claudia después de que algunos ex militares indicaran que allí habían sido enterradas varias víctimas de la dictadura, si bien no se encontró nada en esa ocasión.

Sin embargo, nuevos indicios llevaron a la Justicia a ordenar nuevas investigaciones en el lugar a principios de este año que llevaron al hallazgo del cuerpo.

Consultada por Efe, Macarena Gelman declinó hacer comentarios sobre los hechos y dijo que esperará al menos una semana a que se aclare la situación antes de emitir una opinión.

Por su parte, Mujica declaró a los medios apostados a la salida del predio militar, los restos hallados en un principio corresponderían a un hombre "por el tamaño del fémur", y que junto a él también se encontraron un par de zapatos y restos de cal.

"Me llamaron de Presidencia para avisarme que el equipo que estaba trabajando daba cuenta de haber encontrado un resto óseo. Hacia tiempo que se estaba buscando y se trabajaba discretamente y en silencio porque cualquiera sabe las dificultades que entraña y no se querían crear expectativas", dijo Mujica.

La mayoría de los restos óseos sigue bajo tierra, por lo que el equipo de Antropología Forense seguirá trabajando hasta mañana para desenterrarlo completamente.

El portavoz de la asociación de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos en Uruguay, Ignacio Errandonea, señaló en declaraciones a Efe que este descubrimiento confirma "lo importante que es seguir investigando y excavando" para encontrar a los desaparecidos y destacó que "con un mínimo de voluntad política" es fácil encontrar "vestigios de verdad".

"No se sabe bien si habrá más ni cuanto más falta por excavar. Hay mucho por hacer y esto por desgracia es muy lento. Pero hay que hacer excavaciones donde los testimonios ameriten", dijo Errandonea.

Medios uruguayos señalan que los equipos forenses encontraron el cuerpo después de haber recibido información en la que se señalaba que en sus anteriores excavaciones habían trabajado en un lugar equivocado y que deberían explorar un terreno próximo ubicado justo al otro lado del arroyo que delimita el predio militar.

La aparición de los restos se produce justo cuando el Parlamento uruguayo se prepara para debatir un proyecto del oficialista Frente Amplio (FA) que pretende evitar la prescripción de los delitos cometidos durante la dictadura, prevista para el próximo 1 de noviembre.

El FA pretende que las torturas, violaciones, asesinatos y secuestros cometidos entonces sean considerados delitos de lesa humanidad y no delitos comunes, tal y como sostiene la Suprema Corte de Justicia del Uruguay.

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