HRW denuncia la impunidad en asesinatos durante elecciones kenianas de 2013

  • Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la impunidad en los ataques que causaron 10 muertos y más de 150 heridos graves en Kenia durante las elecciones de marzo de 2013 "con el apoyo de figuras políticas", y pidió a las autoridades que investiguen lo ocurrido.

Nairobi, 24 abr.- Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la impunidad en los ataques que causaron 10 muertos y más de 150 heridos graves en Kenia durante las elecciones de marzo de 2013 "con el apoyo de figuras políticas", y pidió a las autoridades que investiguen lo ocurrido.

El informe "Nos enviaron para mataros: Los ataques de bandas en el oeste de Kenia y la fracasada reacción del Gobierno" difundido hoy por HRW, señala que desde marzo a julio del 2013, bandas de jóvenes armados con machetes, hachas y garrotes atacaron los distritos de Bungoma y Busia, en el oeste del país, y causaron la muerte de 10 personas.

"La Policía no recopiló pruebas e ignoró por completo la evidencia de estas bandas que cometieron sus crímenes durante y después de las elecciones de 2013 con el apoyo de figuras políticas", denunció la subdirectora para África de HRW, Leslie Lefkow.

Uhuru Kenyatta logró la mayoría absoluta en dichos comicios pese a estar acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de instigar crímenes contra la humanidad presuntamente cometidos durante la violencia postelectoral de 2007, que ocasionó unos 1.300 muertos y cientos de miles de afectados en el país.

Para elaborar el informe, HRW entrevistó a 87 personas entre ellas víctimas, funcionarios gubernamentales, policías, políticos, testigos y activistas.

Según la organización, los ataques parecían estar organizados y en algunos casos los asaltantes exigieron dinero y teléfonos móviles a las víctimas, aunque "el robo no parecía ser su principal motivación".

Algunos testigos narraron a HRW que los atacantes reprocharon a sus víctimas que habían "votado mal", algo que en su opinión podría sugerir una motivación política.

No obstante, el vínculo político "queda poco claro" ya que las víctimas habían apoyado a partidos diferentes en las votaciones.

Tras la ola de violencia político-tribal en los comicios de 2007 en el país, las autoridades kenianas se comprometieron a tomar medidas para poner fin a la actividad de grupos armados durante los de 2013.

Pero HRW concluyó que, a pesar de que hubo una "fuerte respuesta inicial" del gobierno nacional, la policía no investigó adecuadamente los ataques en Bungoma y Busia.

"Ni siquiera tomaron declaraciones a los testigos ni visitaron la escena del crimen", denunció la organización.

En palabras de Lefkow, "el hecho de que el número de bandas esté aumentado es una tendencia preocupante", por lo que instó a las autoridades kenianas a abordar este problema de inseguridad y violencia en el país.

Las elecciones de 2013 no estuvieron exentas de polémica, ya que el entonces primer ministro y principal candidato derrotado, Raila Odinga, interpuso un recurso contra el resultado electoral alegando irregularidades "masivas" cometidas durante los comicios.

No obstante el Tribunal Supremo rechazó la impugnación y validó la elección de Kenyatta porque a su juicio fue elegido "de forma válida".

De esta manera Kenia se convirtió en el primer país en elegir como jefe de Estado a un candidato procesado por la CPI y en el segundo país, después de Sudán (con Omar al Bachir), dirigido por un presidente en activo que afronta un juicio de esa corte con sede en La Haya.

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