Bogotá, 15 ago.- Los indígenas del Cauca se reunieron hoy con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en un resguardo aborigen del suroeste del país, en donde expusieron sus necesidades en materia de salud, tierras y su perspectiva para lograr que los actores del conflicto armado abandonen sus tierras ancestrales.
Una fuente del Ministerio del Interior informó a Efe que Santos arribó al resguardo de La María, en el municipio de Piendamó, en el departamento del Cauca, hacia las 18.00 hora local (23.00 GMT), para escuchar los planteamientos del pueblo indígena nasa.
A la llegada del gobernante colombiano, los aborígenes comenzaron a exponer sus problemas, en especial las amenazas que pesan sobre algunos de sus líderes por parte de las guerrillas y de grupos paramilitares de la ultraderecha armada.
Santos viajó acompañado del ministro del Interior, Federico Renjifo, con quien los indígenas concertaron el martes la visita del mandatario.
Previo al encuentro, los indígenas manifestaron que esperaban que el presidente asumiera "el "gran reto de trabajar por la paz".
Más de 12.000 personas están concentradas desde el sábado pasado en La María, el asentamiento más representativo de los nasas o paeces, que lo declararon "territorio de convivencia, diálogo y negociación".
Esta es la segunda visita de Santos en el último mes a la zona indígena del norte del Cauca, afectada por un recrudecimiento del conflicto interno que llevó a los nasas a declararse en "resistencia permanente" para exigir la salida de todos los "actores armados".
Las conversaciones entre los indígenas y el Gobierno se iniciaron hace más de tres semanas en la localidad caucana de Santander de Quilichao y quedaron en suspenso el pasado domingo, cuando representantes de los aborígenes no se hicieron presentes en una ronda convocada en Popayán, la capital departamental.
La situación de seguridad en la zona indígena del norte del Cauca se agravó desde comienzos de julio pasado, cuando guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) incrementaron sus ataques y hostigamientos a bases o estaciones militares y policiales.
Los nasas se movilizaron entonces para exigir la salida de estos actores armados, incluso con acciones de desalojo a empujones de soldados de una base rural de la localidad de Toribío, que poco después regresaron a sus puestos, y con la expulsión de rebeldes de varios controles carreteros.
Los nasa reivindican que el Gobierno reconozca la soberanía y autonomía que tienen sobre sus territorios ancestrales, de acuerdo con la Constitución de 1991, y exigen por lo tanto que la fuerza pública y las guerrillas abandonen esas áreas cuanto antes.
Sin embargo, el Gobierno ha mantenido una postura firme y ha reiterado que no sacará ni a la policía ni al Ejército del Cauca, donde la mayor parte de la población es indígena y el conflicto armado colombiano se agudiza.
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