Informe oficial pide una reducción drástica de costes laborales en Francia

  • Francia debe reducir en 30.000 millones de euros las cotizaciones que pesan sobre el trabajo en los próximos tres años, en dos tercios las patronales y en un tercio las de los asalariados, para mejorar la competitividad de sus empresas, según un informe oficial.

París, 5 nov.- Francia debe reducir en 30.000 millones de euros las cotizaciones que pesan sobre el trabajo en los próximos tres años, en dos tercios las patronales y en un tercio las de los asalariados, para mejorar la competitividad de sus empresas, según un informe oficial.

Esa es la principal medida del texto elaborado por el expatrón del grupo aeronáutico y de defensa EADS Louis Gallois a petición del Gobierno y que fue presentado hoy al primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.

Gallois indicó a los periodistas que su informe contiene 22 medidas, unas destinadas a "frenar la caída de la competitividad" de la economía francesa y otras encaminadas a "una reconquista industrial".

El empresario, vinculado a la izquierda, aseguró que es necesario "un golpe de competitividad" destinado a recuperar la confianza en la economía gala, pero agregó que el conjunto de sus medidas precisan "perseverancia en el tiempo".

En el informe se indica que en la última década se ha "acelerado" el alejamiento de la competitividad de la industria francesa respecto a las de otros países, entre los que se cita en primer lugar a Alemania, pero también en relación a Italia y Suecia.

Se añade que la industria gala está al borde de una "situación crítica" y pende sobre ella la amenaza de la "desestructuración".

Gallois precisó que las reformas deben ser emprendidas "con diálogo de todos los agentes implicados", por lo que apeló al "patriotismo" para "dar un nuevo dinamismo, un nuevo impulso, al pacto social por la competitividad".

El autor confirmó antes de presentar el texto que una de las principales propuestas es la reducción de las cargas laborales patronales en 20.000 millones de euros y de las de los asalariados en 10.000 millones.

Además, se propone afianzar el gasto en investigación pública durante el quinquenio de la presidencia actual y hacer que en los contratos públicos se dé una orientación para fomentar la innovación.

Con el fin de aumentar la relación entre las empresas y las universidades y centros educativos, se sugiere además que aquellas entren en los consejos de administración de las entidades docentes y se pretende incrementar la formación profesional durante la vida laboral, que estará ligada al trabajador y no al empleo que desempeñe.

El presidente francés, François Hollande, reunirá mañana a parte de su Ejecutivo antes de anunciar las medidas del informe que aplicará.

La reducción del coste del trabajo es la medida del documento que se augura más polémica, puesto que precisa de una fuerte financiación, de en torno al 1,5 por ciento del Producto Interior Bruto francés, según el texto.

En un momento en el que el Gobierno se afana en no agravar el déficit público, la bajada de los impuestos que pesan sobre el trabajo debe ser financiada por otras vías.

Hollande se ha mostrado contrario a compensarlo con un incremento de los impuestos indirectos porque eso afectaría al poder adquisitivo de los franceses y, por tanto, al consumo interno, lo que tendría un elevado coste en términos de crecimiento económico en un país que se encuentra al borde de la recesión.

El empresariado francés es favorable a esa reducción de las tasas que pesan sobre el trabajo, lo que mejoraría su competitividad con respecto a sus vecinos europeos y a otros países.

Los costes salariales franceses están entre los más altos de la Unión Europea, calculados en torno a 35,9 euros por hora, frente a los 35,4 de Alemania y los 21 de España.

Los sindicatos, por su parte, desmienten que el coste laboral sea la principal traba a la competitividad francesa y avanzan otras pistas, como la apuesta por la innovación, la inversión, la investigación y la estrategia industrial.

En el Gobierno y en el Partido Socialista que lo sustenta muchos consideran que la reducción que propone el "informe Gallois" es demasiado brutal, por lo que prefieren un "pacto de competitividad", que se aplique de forma más paulatina.

El ministro francés de Recuperación Productiva, Arnaud Montebourg, por su parte, propuso que la reducción de las cargas patronales se aplique solo a las empresas que se comprometan a invertir.

A la espera de que el Gobierno anuncie mañana en qué consistirá su pacto de competitividad, la patronal acogió con satisfacción el informe Gallois, pidió al Gobierno que ponga en marcha sus propuestas lo antes posible y las calificó de vitales para la economía nacional, mientras que los sindicatos expresaron su inquietud por los efectos que pueden tener para los asalariados.

Según la emisora France Info, el ministro galo de Economía, Pierre Moscovici, adelantó ya que, de acuerdo con las recomendaciones de Gallois, las medidas que el Gobierno anunciará mañana incluyen una bajada del coste del trabajo.

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