Intervienen cerca de 1.000 kilos de cocaína disueltos en aceite de palma


La Guardia Civil, en colaboración con el organismo comunitario Europol, ha desarticulado una banda de narcotraficantes que había introducido en Europa 1.000 kilogramos de cocaína procedente de Colombia y que venían disueltos en aceite de palma.
Según informó la Benemérita, la colaboración de Europol y de varios países permitió hacer un seguimiento del cargamento de droga desde territorio colombiano hasta Albania, donde la organización desarticulada pretendía procesar la droga para su posterior venta.
Gran parte del seguimiento del contenedor con la cocaína fue realizado por guardias civiles, que se desplazaron por distintos puntos de Europa siguiendo el estupefaciente.
El amplio dispositivo policial ha permitido detener a 22 personas, 16 de ellas en España y seis en otros países. Los arrestados tenían conexiones con líderes de los cárteles de narcotráfico de Colombia, Marruecos, Holanda e Italia.
La banda desarticulada estaba compuesta por ciudadanos españoles, marroquíes y albaneses, que se dedicaban a la introducción y distribución en Europa de importantes partidas de cocaína y hachís procedentes de Colombia y Marruecos, respectivamente.
POR SIETE PAÍSES
Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de octubre, cuando la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Tarragona tuvo conocimiento de la existencia de una organización dedicada al narcotráfico a nivel internacional.
Fruto de estas investigaciones se pudo constatar que se trataba de una red con una estructura piramidal donde el responsable de la organización lideraba, dirigía y coordinaba varias ramas que suministraban distintos tipos de sustancias estupefacientes.
Una de estas ramas se dedicaba al cultivo de marihuana, otra a la obtención de hachís por distintas vías y, por otro lado, se negociaba con otra organización la adquisición de cocaína a gran escala. Asimismo, disponían de infraestructura para la distribución de estas drogas por diversos países de Europa.
En una de las diversas citas controladas en España por la Guardia Civil, los agentes pudieron comprobar cómo los investigados preparaban el traslado de cocaína oculta en un contenedor de aceite de palma, que partiría desde Colombia hacia el puerto de Amberes (Bélgica), donde ultimarían los detalles de la compraventa. Este contendedor fue vigilado por guardias civiles mientras pasaba por siete países hasta llegar a Albania, momento en el que se precipitó la operación policial.

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