Irak rechaza la intervención extranjera y las sanciones contra Siria

Bagdad, 15 nov.- El Gobierno iraquí expresó hoy su rechazo a la intervención extranjera en la crisis de Siria y a la imposición de sanciones económicas al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

Estas declaraciones, efectuadas por el portavoz del Ejecutivo iraquí, Ali al Dabag, fueron difundidas en un comunicado tras una reunión de ministros para analizar la situación en Siria, los efectos de la crisis de este país en la región y la resolución adoptada por la Liga Árabe el pasado sábado.

Al Dabag recordó que Bagdad se abstuvo en la votación de ese día en la que se aprobó la suspensión de Siria como miembro de la organización porque "rechaza imponer sanciones económicas contra el régimen sirio".

En la reunión del pasado sábado, la Liga Árabe, además de decidir suspender a Siria, acordó pedir sanciones económicas y políticas contra Damasco, así como la retirada de los embajadores árabes de este país.

"El Gobierno iraquí reitera el derecho del pueblo sirio a elegir su régimen democrático y a lograr su total libertad", subrayó Al Dabag.

Asimismo, agregó que Irak respalda "de manera total" al pueblo sirio y a todos los pueblos árabes y rechaza "toda opción de asesinato y violencia".

El Gobierno iraquí subrayó la importancia de volver a reactivar la hoja de ruta que propuso la Liga Árabe para terminar con la violencia en Siria y establecer un diálogo entre el régimen de Al Asad y la oposición para resolver la crisis.

En este sentido, Al Dabag expresó su preocupación por las consecuencias que puede tener tanto para Irak como para el resto de la región la suspensión de Siria, que fue aprobada por la mayoría de los miembros de la organización panárabe .

Ayer mismo el ministro de Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, justificó que su Gobierno se abstuvo porque opto por la defensa de los intereses nacionales.

La resolución de la organización que reúne a todos los países árabes se aplicará a partir del próximo 16 de noviembre, salvo que en una reunión ese mismo día en Rabat los ministros de Exteriores árabes consideren que Damasco ha cambiado de actitud y cumplido con los requisitos de la iniciativa.

Desde que estallaran las protestas en marzo pasado, más de 3.500 personas han muerto en Siria a manos de las fuerzas gubernamentales, según las últimas cifras difundidas por Naciones Unidas.